Carina Cabo, doctora en Ciencias de la Educación y ex Secretaria de Cultura, analizó el panorama actual, habló del impacto de la pandemia y se refirió a las políticas que debería implementar el Estado en materia educativa
Por Sofía Dalonse
El aislamiento social en el marco de la pandemia configuró el escenario de la educación y, con el retorno a las aulas, comenzaron a visualizarse las consecuencias de ese impacto. La doctora en Ciencias de la Educación Carina Cabo analizó la situación actual y aseguró que «no se ve voluntad del Estado por mejorar la educación del país».
En diálogo con CLG, la ex Secretaria de Cultura sostuvo que en este contexto muchos chicos quedaron fuera del sistema: «El desgranamiento de los alumnos del sistema educativo es preocupante desde antes de la pandemia y mucho más después, porque sabemos que no ha alcanzado a tener virtualidad ni siquiera el 20% de los estudiantes».
En la misma línea, añadió: «Claramente la escuela se afectó mucho más, necesitaba un cambio y este podría haber sido el sacudón para un nuevo comienzo, pero para eso necesitamos decisiones ministeriales de Nación y Provincia».
Cabo indicó que la virtualidad no implicó solamente la conectividad, «sino también un espacio físico, el clima de silencio, el acompañamiento del adulto». Y en ese contexto, hubo quienes ni siquiera contaban con las necesidades básicas satisfechas. «Un niño no puede estar dispuesto a aprender con hambre», manifestó. En este sentido, señaló que la pandemia «extendió la brecha entre los que tienen acceso y los que no».
Por otra parte, se refirió al estudio que indica que 8 de cada 10 chicos que comienzan la escuela primaria no terminan la secundaria y al documento firmado por obispos de Chubut, donde hablan de una generación de analfabetos. Al respecto opinó: «Creo que se trata de muchas generaciones, venimos arrastrando décadas de problemas. Tiene que haber un presidente que diga voy por la educación, como hizo Alfonsín».
Al hablar de la medida impulsada en varias provincias la cual cambió las condiciones para facilitar que los alumnos pasen de año, ampliando la cantidad de materias previas permitidas, consideró: «Más allá de la meritocracia o no, la medida tal cual está creo que fue para la tribuna. Está más cerca de ser una medida demagógica».
Asimismo, consideró que no solo ocurre en los sectores más vulnerados. «Tiene que haber una supervisión muy fuerte para acompañar a los chicos; tiene que existir una política de estado, no solo educativa, sino vinculada a lo social, el acompañamiento al docente y considerar que ningún docente puede estar debajo de la línea de pobreza», añadió.
Y concluyó: «No sé si hay presupuesto, pero no se ve voluntad por parte del Estado para mejorar esta situación, no hay una decisión fuerte de cambio».