Tras obtener una contundente victoria en las elecciones generales celebras en España, el Partido Socialista (PSOE) de Pedro Sánchez defendió este lunes su apuesta por gobernar en solitario, a pesar de que necesitará llegar a pactos con otros partidos para mantenerse en el poder. Mirá la infografía y conocé cómo quedó el mapa político.
«Hay respaldo más que suficiente para ser el timón de este barco», dijo la vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, dejando claro que su partido tiene la intención de formar un Ejecutivo progresista monocolor.
«Pensamos que podemos seguir avanzando en esta fórmula que hemos iniciado», explicó la socialista, recordando que su partido ya gobierna con 85 diputados, y ahora puede hacerlo con 123, un número mucho mayor. «Seremos un gobierno progresista, somos la izquierda de gobierno, por eso peleamos en el seno del PSOE, para no ceder ese espacio a Unidas Podemos», remarcó Calvo en entrevista con la radio Cadena Ser.
Después de conocerse los resultados, el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, cuya coalición de partidos obtuvo 42 escaños -un importante retroceso respecto a los 71 que tenía-, tendió la mano a Sánchez para trabajar con el objetivo de formar un gobierno de coalición progresista. Sin embargo, el PSOE no tiene intención de integrar a Unidas Podemos en el Ejecutivo, aunque pretende seguir recibiendo su apoyo parlamentario, que hasta ahora ha sido clave.
«Nos refuerzan como gobierno progresista, podemos seguir avanzando en esa fórmula», subrayó Calvo. En la misma línea se pronunció el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, quien recordó que sumar a Unidas Podemos en un gobierno de coalición no alcanza para obtener la mayoría absoluta.
El PSOE tiene accesible un acuerdo con Unidas Podemos, pero se quedaría a 11 escaños de la mayoría absoluta, por lo que necesitará de pactos con los nacionalistas vascos y otros partidos minoritarios para formar gobierno. En una segunda votación, Sánchez podría ser investido con la abstención de los secesionista catalanes, posibilidad que se presenta difícil pero no imposible.