"La reflexión que habrá que hacer con nuestros socios y aliados es si hay que desarrollar contactos operativos con las autoridades de facto", declaró el canciller español
España no reconocerá al movimiento talibán como legítimo en Afganistán, aunque no descarta mantener contacto con sus autoridades por motivos operativos.
«El gobierno (de España) no se plantea reconocer al nuevo régimen impuesto por la fuerza. La reflexión que habrá que hacer con nuestros socios y aliados es si hay que desarrollar contactos operativos con las autoridades de facto», dijo el canciller español, José Manuel Albares, en una comparecencia en el Congreso de los Diputados, informó la agencia de noticias Sputnik.
Según Albares, se deberían mantener esos contactos buscando tres objetivos: sacar del país a los afganos que ayudaron a España durante su misión, poder trasladar ayuda humanitaria «en beneficio exclusivo de la población» y «garantizar el respeto de los derechos humanos».
El canciller pronunció estas palabras al comparecer ante la comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, donde calificó como un éxito la operación de evacuación realizada por España, que permitió sacar de Afganistán a 2.206 personas, el triple de la previsión inicial. De ellas, un total de 1.717 ya pidieron protección internacional ante España.
Durante la apresurada evacuación del aeropuerto de Kabul, España jugó además un papel importante para la evacuación de instituciones como la Unión Europea o la OTAN, a las que ofreció la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) como un centro para la acogida de sus colaboradores.
De hecho, de los 2.206 evacuados, 1.671 eran colaboradores afganos de España; 333, del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE); 131 estaban en tránsito hacia Estados Unidos y 50 eran colaboradores de la OTAN.
«Esta es una de las evacuaciones más complejas que la comunidad internacional ha tenido que gestionar desde la crisis de Berlín de 1948 por la extrema dificultad de las condiciones en que se ha llevado a cabo», afirmó Albares.
En esa línea, Albares subrayó que las circunstancias obligaron a llevar a cabo la evacuación en «tiempo récord» por el avance talibán y por el ultimátum impuesto para que las tropas occidentales abandonaran el país antes del 31 de agosto.
Pese a ello, destacó que la intención de España es seguir trabajando para «no dejar a nadie atrás».
Según explicaron fuentes del Gobierno en las últimas horas, la previsión es que tras esta primera operación de evacuación se elabore un segundo plan para, junto con países aliados, evacuar a ciudadanos afganos por vías alternativas a la conocida hasta ahora del aeropuerto de Kabul.