La fuerza de extrema derecha española Vox anunció hoy su distanciamiento político del conservador Partido Popular (PP), al que acusa de estar incumpliendo el acuerdo entre ambos, clave para arrebatarle el gobierno municipal de Madrid a la izquierda.
Apenas 48 horas después de que asumiera el nuevo alcalde de la capital española, el conservador José Luis Martinez Almeida, Vox denunció públicamente que el PP incumplió el compromiso de formar una «coalición de gobierno», algo que los liberales de Ciudadanos, el socio preferente de los conservadores, no aceptan.
«He cortado las relaciones y he cancelado las reuniones con el PP que tenía hoy para negociar la investidura en la Comunidad de Madrid. Mientras no se cumpla lo acordado entre PP y Vox en el Ayuntamiento no tiene sentido avanzar en las negociaciones», afirmó Rocío Monasterio, la líder regional de los ultraderechistas.
Según Monasterio, su partido está exigiendo que se cumpla lo pactado para la capital, que contemplaba una «coalición» que incluía «concejalías de Gobierno para Vox», así como «una proporción en presupuestos».
El anuncio de Monasterio se produjo mientras PP y Ciudadanos estaban reunidos al margen de Vox para negociar un acuerdo en relación a la formación del gobierno regional de Madrid, lo que evitaría que gobierne el socialista Ángel Gabilondo, ganador de los comicios.
El acuerdo global que el PP firmó con Vox para evitar que la izquierda gobierne en distintos municipios y regiones, entre ellos Madrid, no se hizo público, aunque la ultraderecha dijo el sábado en un comunicado que implicaba, además del apoyo a la investidura, su participación en el gobierno.
Sin embargo, Ciudadanos, que conformó un gobierno de coalición proporcional y se quedó con la vicealcaldía, firmó sus propios acuerdos con los conservadores, intentando desmarcarse de lo pactado con la ultraderecha.
«No se puede producir ninguna alteración del gobierno porque requeriría el acuerdo de Ciudadanos», recordó hoy la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, al referirse a las exigencias de Vox.
Los analistas coinciden en que el problema entre PP, Vox y Ciudadanos es que estos últimos no quieren asumir de forma directa el costo político de gobernar con la ultraderecha, que por su parte está haciendo valer el poder de sus votos, indispensables para que el bloque de derecha se imponga a la izquierda para ganar cuotas de poder local y territorial.