Gran cantidad de expertos trabajan desde el domingo en la localidad malagueña de Totalán, España, donde un nene de dos años cayó a un angosto pozo de una finca en la que se encontraba con sus padres. Actualmente, intentan abrir un túnel lateral para llegar al lugar donde se encontraría el menor.
El accidente ocurrió el domingo. Las autoridades aseguraron que están utilizando todos los recursos posibles para salvar al pequeño. El pozo tiene unos 110 metros de profundidad y apenas 25 centímetros de diámetro.
A medida que pasan las horas las posibilidades de encontrar al pequeño con vida se reducen, señalaron los rescatistas, que ya lograron bajar una cámara hasta 78 metros de profundidad y se toparon con un «tapón de tierra húmeda que obstruye el pozo». Allí hallaron además una bolsa de golosinas que el pequeño, de nombre Julen, llevaba en la mano cuando cayó en el agujero.
La obstrucción del pozo pudo deberse a un desprendimiento de tierra y los equipos de rescate temen que el nene esté debajo, según informó la radio Cadena Ser.
La delegada del gobierno español en Málaga, María Gámez, aseguró desde el lugar del accidente que utilizan todos los recursos a disposición. «No faltan medios humanos ni técnicos, estamos trabajando y dando el máximo», dijo. Además, de acuerdo con un vocero de la Guardia Civil, trabajan con tres opciones para concretar el rescate: perforar el tapón, realizar un pozo paralelo y excavar a cielo abierto otro acceso al pozo desde el lateral del monte.
En las últimas horas los expertos consiguieron realizar una perforación de unos 30 centímetros del tapón de tierra que bloquea el pozo, y ahora esperaban la llegada de un vehículo con un mecanismo específico, con el que intentarán extraer el resto del material compactado.
La labores se realizan con «extrema precaución» para evitar un nuevo derrumbe interno, debido a que todavía «no se pudo comprobar el estado del menor».
La segunda opción ya está en marcha: realizan un pozo paralelo, de la misma profundidad pero más ancho, aunque para ello también se debe entubar el existente para impedir que se derrumbe.
La tercera alternativa consiste en excavar a cielo abierto un acceso al pozo desde el lateral del monte, a la altura de donde se cree que se encuentra el nene.
«Se han probado todas las ideas y materiales que bastantes empresas del ámbito tecnológico y la robótica nos han traído», indicó el agente de la Guardia Civil. «Si no creyéramos que puede seguir con vida no estaríamos barajando todas estas opciones», destacó.