Ya hay 6.000 personas evacuadas de los 85.000 habitantes de la isla.
Dos nuevas coladas más líquidas, separadas entre sí por apenas 15 metros, emergieron este viernes del volcán de Cumbre Vieja como una nueva boca doble, informó hoy el Instituto Geológico y Minero de España (IGME).
Según el IGME, estas nuevas coladas arrancaron en la madrugada tras la aparición de una nueva boca considerada muy expulsiva en el flanco del Cumbre Vieja.
Videos aéreos captados por el IGME y el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) mostraban un impresionante río de lava incandescente abriéndose paso sobre un suelo carbonizado.
Esta nueva colada se suma a la lava que sigue acumulándose en el Océano Atlántico, formando una vasta plataforma de magma, cuya superficie supera las 20 hectáreas y no deja de crecer.
Desde su entrada en erupción el 19 de septiembre, el Cumbre Vieja ha expulsado «80 millones de metros cúbicos de magma», indicó el presidente del gobierno regional de Canarias, Ángel Víctor Torres, en una conferencia de prensa.
Esta cantidad es, según Torres, el doble de lo emitido en 1971 por el vecino volcán de Teneguía, otrora dos veces mayor.
La erupción, que no dejó ningún herido ni fallecidos, obligó a evacuar a unas 6.000 personas de los 85.000 habitantes de la isla.
Los daños materiales son, sin embargo, cuantiosos y la lava destruyó 870 edificios, además de recubrir 358 hectáreas de terreno, según el sistema de medida geoespacial Copernicus, informó la agencia de noticias AFP.
Después de haber recorrido seis kilómetros durante los primeros días de la erupción, y haberse casi detenido después, el ardiente flujo de lava alcanzó el mar finalmente en la noche del martes al miércoles, generando grandes cantidades de humo y gas tóxico.
Para evitar intoxicaciones, se estableció un perímetro de seguridad de unos 3,5 kilómetros, además de una zona de exclusión marítima de dos millas náuticas.
Las autoridades de la isla pidieron a los vecinos de varios barrios que se confinaran en sus casas.
La concentración de dióxido de azufre aumentó en las últimas horas en Tazacorte, el municipio más próximo, adonde la lava llegó a las aguas del Océano Atlántico, mientras las partículas de ceniza ganan densidad en toda la zona.