Nico Williams abrió el marcador para los ibéricos y Palmer empató para los británicos. A falta de cuatro minutos Oyarzábal le dio el título a la Furia Roja
España… y olé! Agónicamente, los ibéricos se consagraron campeones de la Eurocopa tras vencer en la final a Inglaterra por 2-1 en el Estadio Olímpico de Berlín, en Alemania.
Los ibéricos ganaban 1-0 gracias a un gol de Nico Williams al minuto del segundo tiempo, pero los británicos llegaron al empate a través de un zurdazo imponente de Palmer y así estaba todo igualado. Sin embargo, a los 41 de ese complemento infartante apareció la contundencia y el oportunismo de Oyarzábal, quien con un toque sutil venció a Pickford y le dio el título a los de Luis de la Fuente.
El partido arrancó lento, pues ningún equipo quiso arrancar arriesgando más de lo debido en los primeros minutos del encuentro. Las únicas jugadas destacables se dieron en el cierre de la primera mitad. Un pase en profundidad para Álvaro Morata no pudo ser definido por el delantero y, para Inglaterra, un tiro libre desde la derecha fue rematado de volea por el delantero Phil Foden, pero el arquero Unai Simón lo contuvo con facilidad. Así se dio el primer tiempo, con muy poca actividad de parte de ambos equipos.
En cuanto a lo táctico, se da lo esperado. España dominó la posesión y demostró facilidad para juntar pases, tanto en salida como en el mediocampo, pero ese dominio no se tradujo en posibilidades de gol. Al equipo de De La Fuente le falta profundidad y está fallando en los últimos metros, especialmente en los centros. Por otra parte, Inglaterra se mantuvo expectante, con sus jugadores replegados y retrocediendo para cubrir los espacios que puedan quedar en defensa. Sus acercamientos al área rival fueron principalmente debido a diversas incursiones personales de Bellingham o del defensor Luke Shaw.
El inicio del segundo tiempo tuvo de todo. Primero porque España perdió por lesión a Rodri, y luego porque apenas se habían jugado 60 segundos y mandó a Inglaterra a sacar del medio.
Tras una jugada colectiva, Nico Williams apareció solo por la izquierda y ante el cierre desesperado de Walker y la estirada estéril de Pickford infló la red del arco inglés con un toque certero de zurda.
Inglaterra sintió el golpe. Y España estuvo en un par de ocasiones muy cerca de aumentar y liquidar el partido. Pero entre la mala definición de sus atacantes y las atajadas de Pickford le impidieron celebrar.
Los británicos quemaron naves y fueron todo en busca del empate. Y lo consiguieron a través del recién ingresado Palmer, quien recibió una asistencia de Bellingham y con un zurdazo bajo, rasante y esquinado infló la red de Unai Simón: 1-1.
Cuando parecía que se venía el alargue y por qué no los penales, España mostró su última carta. Y esta vez Pickford, que había salvado en en varias ocasiones su valla, vio como el balón que Oyarzábal tocó de primera se metía lentamente a su arco. Gol, delirio y título.
España, el que mejor jugó a lo largo de toda la Eurocopa, vuelve a levantar la copa. España, de la renovación generacional, fue fútbol, solidez y dio una vuelta olímpica más que merecida. Y olé!!!