Las jugadoras "salaítas" publicaron un comunicado en las redes sociales con los motivos por los cuales decidieron no continuar representando al club
Las futbolistas de Argentino de Rosario, que renunciaron a seguir en el Torneo de Primera B de AFA por la falta del pago de viáticos y el destrato al que las sometieron los dirigentes, revelaron que en la última reunión un dirigente les dijo «si quieren seguir jugando sáquense la ropa del equipo, pónganse unas calzas y vayan a buscar sponsor».
«Lo que hicieron los dirigentes no se entiende porque van a perder los puntos de dos partidos (contra Argentino de Quilmes y Atlanta, en los que el equipo no se presentó por falta de pago de viáticos y de cualquier gasto de entrenamiento y el despido del director técnico) cuando estaban a cuatro puntos de la punta», reportó una allegada a las futbolistas.
Las jugadoras «salaítas» publicaron un comunicado en las redes sociales en el que sostienen: «Nosotras, el plantel de jugadoras de Argentino de Rosario, queremos comunicar los motivos por los cuales decidimos no continuar representando a dicho club en la competencia de Primera B de AFA».
Y recordaron: «Hemos trabajado durante dos años y medio como verdaderas profesionales, independientemente de no percibir un sueldo, y hemos dejado al club en lo más alto peleando dos finales de campeonato y ascensos; generando reconocimiento para la institución en el fútbol femenino de la ciudad y el país. Sin embargo hoy en día no somos valoradas como futbolistas y deportistas, y vivimos muchas situaciones que nos llevan a tomar esa decisión. Al comenzar el año tuvimos algunas reuniones con el club en el que se nos prometió igualdad con el plantel masculino, pero a medida que comenzó a transcurrir el tiempo quedó de manifiesto que esto no iba a ser cierto».
«En los últimos meses, nosotras las propias jugadoras, nos encargamos de organizar rifas, vender pizzas, buscar sponsors y pedir subsidios a la Municipalidad con el objetivo de ir sosteniendo las condiciones básicas para seguir siendo el equipo competitivo que siempre fuimos», relataron.
Además, señalaron: «Realizamos nuestros conjuntos de ropa para poder representar correctamente a la institución; varias veces debimos pagarnos la comida cuando nos tocaba viajar a otras provincias; estudios médicos que corrían por nuestra cuenta, viáticos a jugadoras pendientes. Como si todo esto fuera poco, alquilamos nosotras mismas un predio para entrenar ya que la cancha no podemos utilizarla demasiado para ‘no arruinarla, ya que al masculino lo televisan’, como nos dijeron».
En este sentido, una fuente allegada a las jugadoras confió hoy que «cuando las chicas fueron a jugar a San Luis viajaron en colectivo, pero los técnicos fueron en auto porque no entraban, y con un frío bárbaro la comida fue un plato de arroz frío, así que ellas se tuvieron que pagar la comida de su bolsillo».
Las jugadoras recordaron en el texto: «Fuimos cediendo en muchas cosas por el deseo de seguir jugando y estar más cerca de nuestro objetivo del ascenso. Objetivo que claramente al club no le interesa alcanzar. La situación de quitarle (al cuerpo técnico) los mínimos viáticos imposibilitándolo de seguir al frente del equipo es una demostración más de cómo se prioriza lo económico por sobre lo futbolístico. Es el detonante de todo esto que mencionamos antes, así como también una situación vivida por dos compañeras a las cuales se les pidió que trabajen para poder conseguir sponsors ya que de lo contrario no se podría mantener al femenino. Ambas debían salir vestidas con ropa del club, dos horas, tres veces por semanas, a repartir en diferentes empresas uno folletos que ellos nos entregaron. Sentimos que esta situación excede el nivel de falta de respeto y destrato que ya veníamos viviendo».
Con respecto a la situación que vive el equipo de varones del club, que juega en la Primera D, las futbolistas advirtieron que «nada de esto vive el plantel masculino del club».
«Estamos convencidas de que jamás se les pediría algo así. Esta muestra de abuso de poder sólo se da con nosotras», remarcaron y señalaron que le comentaron «todo esto al secretario deportivo del club y posteriormente al presidente del mismo, pero no fuimos escuchadas. Buscaron incluso manipularnos con la amenaza de no entregar nuestros pases para que no podamos continuar nuestras carreras en otros clubes».
Una familiar de una jugadora contó que un directivo les dijo a varias chicas: «Si quieren seguir jugando sáquense el equipo, pónganse unas calzas y vayan a buscar sponsor».