El ejército de Israel llevó a cabo este martes bombardeos en la Franja de Gaza, en respuesta a disparos de proyectiles contra territorio israelí, haciendo temer una peligrosa escalada de tensión en torno al enclave palestino.
El ejército israelí bombardeó más de 30 «blancos militares» en la Franja de Gaza en respuesta a un ataque con cohetes y obuses de mortero desde el enclave palestino, informó la armada.
Un portavoz del ejército, Jonathan Conricus, dijo a la prensa que el ataque con proyectiles contra Israel desde la Franja de Gaza y la respuesta israelí son los más importantes desde la guerra de 2014.
Al mismo tiempo, una flotilla de decenas de pequeñas embarcaciones pesqueras de Gaza se dirigieron al Mediterráneo para denunciar el bloqueo marítimo del enclave. Se acercaron al límite de nueve millas náuticas (16 kilómetros), donde los buques israelíes los esperaban para hacer cumplir el bloqueo.
Luego, tropas israelíes se apoderaron de un barco con manifestantes palestinos, según denunciaron los organizadores, afirmando que el barco con una veintena de activistas a bordo iba a ser conducido al puerto israelí de Ashdod, cerca de Gaza.
Por el momento no estaban claras las intenciones de los participantes en esta operación marítima, que sus organizadores describieron como pacífica.
En cuanto a los 28 obuses de mortero lanzados desde la Franja de Gaza contra el sur de Israel, según Israel, no fueron aún reivindicados por ningún grupo armado del territorio palestino dirigido por el movimiento islamista Hamas.
«Respuesta con fuerza»
La mayoría de los proyectiles palestinos fueron interceptados por el dispositivo de defensa antiaérea israelí llamado Cúpula de Hierro, dijo el ejército. Aunque no dejaron víctimas, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu prometió una respuesta contundente.
«Israel toma muy en serio los ataques realizados por Hamas y la Yihad Islámica desde la Franja de Gaza», afirmó Netanyahu. Las fuerzas armadas «responderán con fuerza a estos ataques», agregó el primer ministro israelí.
Tras de la declaración de Netanyahu, un comunicado del ejército indicó que su defensa aérea interceptó más proyectiles lanzados a su territorio desde Gaza tras el bombardeo de obuses de mortero.
Las sirenas de alerta sonaron en las ciudades de Ashkelon y Sderot a raíz de estos disparos.
Fuentes palestinas precisaron que al menos una posición de Hamas y cuatro que pertenecen a un grupo aliado, Yihad Islámica, fueron atacadas, aparentemente sin dejar víctimas.
Los periodistas de la AFP observaron varios disparos que alcanzaron el enclave, y al menos uno en la ciudad de Gaza.
En un comunicado, Hamas afirmó: «lo que la resistencia realizó esta mañana forma parte del derecho natural a defender a nuestro pueblo». «La ocupación israelí es completamente responsable de una eventual escalada», agregó.
La Franja de Gaza es epicentro de crecientes tensiones desde el 30 de marzo. En esa fecha empezó la movilización llamada «La gran marcha del retorno», que se desarrolló entre enfrentamientos sangrientos a lo largo de la frontera entre Gaza e Israel.
Al menos 121 palestinos murieron por disparos israelíes desde entonces, la mayoría en disturbios violentos a lo largo de la valla de seguridad israelí.
Israel afirma que defiende sus fronteras y acusa a Hamas de servirse de esta movilización para encubrir intentos de atacar la frontera.
Acción «pacífica»
Israel, Hamas y sus aliados han librado tres guerras desde 2008 y observan un cese al fuego desde 2014.
El comité detrás de «La marcha del retorno» organizó el martes la salida de varias embarcaciones del puerto de Gaza.
Alrededor de 20 personas, estudiantes y heridos a la espera de ser atendidos, abandonaron el puerto de pescadores de la ciudad en una embarcación precaria, seguida por otras más pequeñas, mientras enarbolaban banderas palestinas.
Según uno de los miembros del comité organizador de esta iniciativa, la embarcación no contemplaba «traspasar la zona marítima autorizada». Sin embargo otros militantes dieron a entender que la flotilla intentaría pasar las nueve millas náuticas, más allá del lugar donde en el pasado varios pescadores palestinos han muerto por disparos del ejército israelí.
Antes de salir, Ehab Abu Armana, uno de los pasajeros, le decía a la gente desde una pequeña tarima: «No pueden realizar sus sueños conformándose con esperar. Es el mensaje de todos aquellos que tienen hambre, que están heridos. Somos una nación, ¡merecemos más! Es mejor morir con la cabeza alta que arrodillados ante el ocupante».
«Es una acción pacífica, para nada está dirigida contra Israel», dijo a la AFP Isam Hammad, uno de los miembros del comité organizador.
Desde hace más de 10 años el enclave está sometido a un estricto bloqueo israelí por tierra, mar y aire.