Los vecinos de rosarinos se manifestaron hartos de la quema de pastizales en las islas de Entre Ríos que acarrea un gran banco de humo sobre la ciudad
Las reuniones de las autoridades, pasaron. Los pedidos por el cese de los incendios, pasaron. Los reiterados reclamos, pasaron. Los tuits mostrando el fuego entrerriano desde Rosario llegan de a decenas. Pero el humo sigue y parece que muchas de las intervenciones de los gobiernos no llegan a combatir el problema de fondo. Los esfuerzos de brigadistas y bomberos se redoblaron, pero no alcanza. La última semana la ciudad se vio cubierta por una capa que dificultaba la respiración y llamaba a la preocupación de los ciudadanos.
CLG recorrió las calles de Rosario y le preguntó al ciudadano cómo ve y cómo le afectan los incendios en las islas del delta del Paraná. «Estamos con el barbijo y se siente igual», sentenció una joven en un claro reflejo del contexto pandémico y el agobio del fuego.
Muchos rosarinos se sintieron afectados por el humo que llega de las islas y aseguran que las autoridades «se pasan la pelota de uno a otro».
«¿Cómo no terminan de una vez por todas con esto?», reclamó un hombre mayor y recalcó la coyuntura: «Estamos pasando esto de la pandemia y encima de regalo tenemos esto«.
«Sofocante» es la sensación que deja el banco de humo que sobrevuela la ciudad. «Si caminás por Rosario te acompañan los residuos de la quema de pastizales», remarcaron otros.
Mientras los ciudadanos advierten el trabajo de los gobiernos: «Dicen que hacen«, sostuvo uno y otro agregó: «Necesitamos que alguien haga algo«.
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