La melatonina es una hormona que las plantas y los animales, incluidos los humanos, producen de forma natural. Se vende en píldoras de venta libre en forma sintética, pero químicamente es la misma que produce el cuerpo humano
Un reciente informe de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), que hace un análisis de las dispensas en unidades, discriminadas por su condición de venta (venta bajo receta o receta archivada y venta sin prescripción) realizadas a lo largo del primer semestre de 2020, indicó que las fórmulas anti-obesidad, vitamina C, pastillas para dormir y ansiolíticos figuran entre los medicamentos más demandados. Y entre estos productos se destaca la melatonina.
Claudio Ucchino, director general del Colegio oficial de Farmacéuticos y Bioquímicos de la Capital Federal (COFyBCF), también confirmó a este medio el incremento de la hormona: “Hemos tenido aumentos de consumo de melatonina. Entre mayo 2019 y mayo 2020, la melatonina duplicó la venta y está en falta”.
¿Qué es la melatonina?
La melatonina es una hormona que las plantas y los animales, incluidos los humanos, producen de forma natural. Se vende en píldoras de venta libre en forma sintética, pero químicamente es la misma que produce el cuerpo humano.
“Se trata de una sustancia que desencadena el proceso natural biológico del sueño en el cuerpo. Nace en el sistema nervioso central y automáticamente cuando se pone el sol y oscurece, nuestro organismo comienza a segregarla para inducir el sueño. No es una sustancia hipnótica, pero es un mediador que en el cuero dispara los mecanismos fisiológicos del sueño”, explicó el doctor Facundo Nogueira, jefe de sección medicina del sueño del Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Según el experto, “al tratarse de una sustancia natural que el cuerpo genera, está habituado y la necesita su consumo extra para favorecer el sueño no implica un riesgo. Tiene un perfil de seguridad muy bueno con un amplio rango terapéutico, que además de inducir al sueño, retrasa el envejecimiento e influye positivamente en el sistema inmunológico. Estudios científicos también le atribuyen potentes efectos antioxidantes, antiinflamatorios y antiobesogénicos”.
Para el doctor Daniel Cardinali, investigador superior del CONICET y un médico experto en melatonina por más de 50 años, afirmó que se trata de una sustancia natural, presente en todos los seres vivos. “Tiene un aspecto de protección mitocondrial muy eficaz. Es un cronobiótico, no de un hipnótico, que tiene una inocuidad muy alta. Es la señal endógena que pone en hora nuestro ritmo circadiano. Induce un muy suave sueño y aumenta la amplitud del rango sueño-vigilia, lo que significa que genera una vigilia más productiva de día y un sueño más profundo de noche”, afirmó.
“Respecto a las dudas que genera su consumo diario o en mayores cantidades a una píldora, le confieso que nunca he podido hacerle daño a un animal administrándole dosis altas. Hay que decir que la mayoría de sus consumidores son adultos mayores, que tienen más de 5 comorbilidades. Además, la gente cuando piensa en hormonas se imagina las hormonas de los estrógenos, con sus daños colaterales. También se remiten a los corticoides. Pero en el caso de la melatonina no pasa esto. Sus efectos son diferentes”, aclaró el experto.
Su colega Nogueira amplió: “Cuando uno lo consume para dormir, a veces las dosis que dispensan la venta libre puede no ser suficiente. Y se recurre a tomar más. Si bien es un medicamento que no necesita ser recetado, siempre es conveniente hacer una consulta médica antes de tomarlo, ya que la automedicación, aunque sea con melatonina, no es aconsejable. Uno puede tener un trastorno del sueño diferente, que tomando melatonina en cantidad no se va a resolver. El insomnio, por ejemplo, está relacionado con la depresión. Las apneas de sueño o los movimientos durante el sueño son otros trastornos que deben ser atendidos por el médico especialista”.
“Las personas con niveles más altos de inflamación, que podría deberse a que son obesos o porque están en internados en Unidades de Terapia Intensiva para recibir un trasplante, la melatonina en el rango de 6 mg a 10 mg pueden disminuir los marcadores de inflamación”, afirma Helen Burgess, profesora de psiquiatría y codirectora del Laboratorio de Investigación Circadiana y del Sueño de la Universidad de Michigan.
Según la experta, tanto la inflamación, como la falta de sueño, pueden alentar desde el desarrollo o progresión de una serie de enfermedades cardíacas y diabetes hasta depresión y demencia. Si la melatonina pudiera promover de manera segura tanto un mejor sueño como tasas más bajas de inflamación, podría ser un potente preventivo para muchas de esas enfermedades.
“Por lo general, la melatonina es segura para el uso a corto plazo. A diferencia de lo que sucede con muchos medicamentos para dormir, con la melatonina es poco probable que te vuelvas dependiente, que tu respuesta disminuya después del uso repetido (habituación) o que experimentes un efecto de resaca. Los efectos secundarios más frecuentes de la melatonina incluyen los siguientes: dolor de cabeza, mareos, náuseas y somnolencia”, explica la prestigiosa Clínica Mayo de Estados Unidos.
«Otros efectos secundarios menos frecuentes de la melatonina podrían ser los sentimientos depresivos de corta duración, los temblores leves, la ansiedad leve, los cólicos, la irritabilidad, la reducción del estado de alerta, la confusión o la desorientación, y la presión arterial anormalmente baja (hipotensión). La melatonina puede provocar somnolencia durante el día.