Por Alejandro Maidana
Dueña de una belleza sin igual, Rosario se muestra esplendorosa y con un sinfín de alternativas para todos aquellos viajeros que pretendan pisar su suelo. El enorme abanico cultural, se entrelaza con las bondades gastronómicas y las aguas marrones del portentoso Paraná.
El Monumento Nacional a la Bandera, museos impactantes incluidos uno con un movimiento muy particular, como es el caso del Gallardo, hacen de las delicias de aquellos que visitan la ciudad. Esto sumado a los excéntricos paseos costeros, y a los restaurantes en donde los diferentes sabores, se funden en los paladares más exigentes.
Sin dudas lo antes mencionado entusiasmaría hasta el más quisquilloso a la hora de elegir un destino turístico. Pero ¿Es Rosario una ciudad turística?
Para evacuar ciertas dudas, Con la Gente dialogó con Carlos Mellano, presidente de AEHGAR (Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines Rosario), que consultado sobre la situación actual de la ciudad en torno a lo turístico, sostuvo:
“Rosario ya es una marca consolidada, después de muchísimo trabajo nos hemos posicionado como la segunda o tercer ciudad del país. Superamos a Mar del Plata y nos encontramos a la par de Mendoza”, indicaba el referente de AEHGAR.
La oferta hotelera, al igual que la gastronómica es muy amplia. Sobre las fechas y días de mayor ocupación fue concreto, “al tener un desarrollo cultural muy extenso, importantes shoppings y casino, tanto los fines de semana largos como los cortos resultan muy atractivos para el turista. Cabe destacar que los eventos deportivos también generan un fuerte respaldo a nuestra actividad gastronómico por el efecto derrame de los mismos”.
Al encontrarse en un punto geográfico clave, la Chicago argentina, apodada así gracias a las andanzas de los italianos Juan Galiffi, apodado «el Chicho Grande», y su rival, Francisco Morrone, «Chicho Chico”, saca una importante luz de ventaja sobre el resto.
“La cercanía a una enorme ciudad como Buenos Aires, un aeropuerto con vuelos diarios, sumado a un importante número de ómnibus de media distancia, hace que aquellos que quieran conocer Rosario lo puedan llevar a cabo sin mediar excusa alguna”, dijo Mellano.
Sobre los porcentajes de ocupación el presidente de la asociación indicó: “En los fines de semana largo, es casi en un 100%, mientras que en los otros tenemos que hablar de un 80% en adelante. El turismo en esta ciudad no tiene techo”.
El verano es sinónimo de éxodo y movimiento interno, “los días estivales promueven más un movimiento interno que externo, si bien visitantes de pueblos y ciudades distantes a no más de 80 y 100 km siguen llegando, son los mismos rosarinos que salen a disfrutar sin tiempos de su ciudad”, expresó.
Carlos Mellano sostiene que los grandes hoteles son los primeros en ocuparse, no deja de mencionar la importancia de las actividades culturales, algo que si bien esta época amaina, siempre existirá un rinconcito para empaparse de las mismas.
Ese gigante caudaloso de transitar incansable, fue siempre un escenario distinguido a la hora de hablar de la pesca deportiva y paseos náuticos. Pero ¿Es el río Paraná un punto clave a la hora de embelesar al turista?
“Puntos como la Florida, nuestra costanera y las islas, son de una imponencia notable. Pero a nuestro río le falta infraestructura para consolidarse, tenemos un solo barco que puede brindar un servicio interesante. No vemos un gran desarrollo allí, si bien no deja de forma parte de un paquete de bondadosas ofertas”.
Un gran número de teatros, comidas con sabores de distintos arrabales del mundo, constituyen también un atractivo muy particular para los habitantes de esta metrópoli, “no hay que olvidarse del rosarino, que es el consumidor cautivo que está presente en la semana y que también requiere de atención”, concluyó.