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Ernestina Pais, de la TV al escenario: su vida, sus gustos y el recuerdo latente de Jorge Guinzburg


La periodista, con presente en Intratables, llega al teatro Broadway de la ciudad con el espectáculo "El show de los cuernos". Cómo es pasar de la pantalla chica a las tablas

 

Por Mario Luzuriaga

Un espectáculo. Cuatro mujeres. El tema central del show: la infidelidad. Llega «El show de los cuernos» al teatro Broadway con artistas de renombre: Ernestina Pais, Marta González, Ana Acosta y Claribel Medina. El abordaje de la temática, claro, es a puro humor.

Una de estas mujeres dejó el periodismo de lado para subirse a las tablas. Ella es Ernestina Pais, la comunicadora, que hoy por hoy está en el panel de «Intratables», sale de su faceta para brindarse al humor junto a las grandes actrices ya mencionadas.

Ernestina, quien estuvo en boca de muchos medios de comunicación luego de un episodio que involucró un accidente de tránsito, dialogó con CLG e invitó a todos los rosarinos al espectáculo del próximo sábado a las 21.30 en el teatro Broadway.

— ¿Con qué nos vamos a encontrar en la obra?

— Es un espectáculo para reírse, desde que empieza hasta que termina. Es para ir con o sin pareja. Es muy gracioso y los monólogos van reflejando un montón de aspectos que desmitifican el engaño e interpelan a la persona, diciendo que vos sos una sola persona y que si hay un engaño, se puede charlar. No tomarlo a la tremenda. Hablamos de un montón de tipos de infidelidades y de relaciones disparatadas.

— ¿Qué te llevó a hacer teatro?

— En un primer momento, cuando sufrí ataques de pánico y decidí no hacer tele por un tiempo, fui a ver «La casa de Bernarda Alba» y me quedé fascinada con la puesta que hizo José María Muscari. Tenía ganas de estar ahí. A las semanas, Muscari me llamó para hacer «Familia de mujeres», en Carlos Paz. Eso no solo fue volver a trabajar y tener un ingreso económico, que todos necesitamos, sino que me dio un impulso para hacer otra cosa y sentir pasión por algo.

— Y en este nuevo show compartís escena con grandes actrices…

— Eso me pasó en todas las obras desde el día uno. Este es el tercer show que hago y me fascina estar al lado de grandes minas, que me dan el lugar y el honor de compartir el escenario. En la primera obra estuve con Luisa Kulliok, Luisa Albinoni, Haydée Padilla; en «Menopausia» estuve con María Valenzuela, Reina Reech, María Carámbula y Silvia Kutika. Vivimos juntas y fue fabuloso. Ahora con estas mujeres, que les pasa lo mismo que a mí con la tele: no nos cierra.

— ¿Te divertís mucho arriba del escenario?

—Las tres obras que hice fueron comedias en las que yo hago un monólogo. Mi rol es una delicia, ya que al no ser actriz, me adapto a lo que escriben como lo hacen ellas. Yo antes me encargaba de escribir cosas de humor. Lo hacía con Jorge Guinzburg y era para nosotros. Hoy me siento más una monologuista que una actriz, y puedo adaptar los libros que me dan.

— Mencionaste a Jorge Guinzburg. ¿Qué es lo que más extrañas de él?

— En este momento todo, porque después de la agresión que viví, si él estuviera, hubiesen rodado un par de cabezas (risas). Era y es un tipo leal. Él muere el 12 de marzo de 2008, el día de mi cumpleaños. Se enteró de la enfermedad el año anterior. Yo estaba nominada a un premio «Clarín» a la conducción femenina, porque yo lo estuve reemplazando mientras él estaba en tratamiento. No lo gané, a él no le pareció justo y nos hizo levantar de la mesa y retirarnos, sin importarle que él estuviera nominado. Era un tipo que me defendía mucho y era un número uno en lo que hacía. Extraño mucho las noches en las que hablábamos hasta que saliera el sol.

— Pasando a la actualidad y en tu labor en «Intratables», ¿no crees que no se escuchan y se pierde el debate?

— En lo personal, yo busco el argumento e investigo sobre lo que voy a hablar. No nos podemos olvidar que la tele es show, entonces tenemos que entender que ese show trata de capturar la mayor gente posible. Si te ponés muy técnico, dejás de lado a un montón de gente que no entiende. Lo que se hace es bajar un poco para que el debate se pueda compartir. Tampoco me gusta darle un golpe bajo a algún compañero, no es mi forma. Cuando veo que alguno lo hace se lo marco, porque no le agrega nada al debate.