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Enfrentamientos entre chalecos amarillos y la policía: manifestante perdió una mano


Manifestantes franceses identificados como “chalecos amarillos” encabezan esta semana la 13ª semana de protestas contra las políticas del gobierno en Francia. Las movilizaciones se pusieron un poco violentas y se produjeron algunos choques con la policía. En una situación que aún no se ha aclarado, un hombre perdió una mano.

Los trabajadores que se manifiestan desde hace meses, enarbolan banderas nacionales y gritan consignas de descontento con el gobierno y las fuerzas de seguridad, como «¡Largaos!» o «¡Benalla a prisión!», en referencia a Alexandre Benalla, un empleado del cuerpo de seguridad del presidente francés, Emmanuel Macron, que agredió a un manifestante en las protestas del pasado Primero de Mayo.

Al igual que en semanas anteriores, en las protestas de hoy se registran choques entre los manifestantes y agentes de Compañías Republicanas de Seguridad (Policía nacional). Los agentes han utilizado gas lacrimógeno para dispersar a la multitud antes de que estallaran los primeros enfrentamientos.

El patio del Palacio de Bourbon, sede de la Asamblea Nacional, se ha convertido en escenario de un tenso choque, a raíz del intento de los manifestantes de derribar las vallas frente al palacio.

Las primeras manifestaciones de los chalecos amarillos se realizaron por el aumento planificado de combustible. Sin embargo, y pese a la anulación del incremento por parte del gobierno de Macron, las protestas se han convertido en un movimiento más amplio dirigido contra de las políticas oficiales y sus reformas económicas.

Los manifestantes protestan contra los altos impuestos, los bajos salarios y la incapacidad de encontrar un trabajo bien remunerado, al tiempo que acusan a las autoridades de alejarse de la gente y trabajar en beneficio de las personas más ricas del país.

Más de 58.000 personas en todo el país —entre 10.000 y 13.800 en París— tomaron parte en la acción de la semana anterior, durante la que resultaron heridos al menos 1.700 manifestantes y 1.000 agentes de la Policía en distintos enfrentamientos. La más grave de las lesiones, la sufrió un hombre que perdió una mano cuando la manifestación pasaba frente al parlamento de la capital. El hombre fue evacuado por los bomberos con una venda en el antebrazo. Los llamados street-medics que acompañan a los manifestantes, hablaron de una mano arrancada, cuyas imágenes fueron difundidas por la cadena rusa RT, aunque todavía se desconocen las causas del accidente.