Al menos 40 personas habrían muerto como consecuencia del enésimo naufragio de una embarcación ocupada por un grupo de migrantes, frente a las costas libias.
Entre los fallecidos, una mujer y un niño de nacionalidad marroquí. La marina libia con la ayuda de los pescadores de la zona habrían rescatado con vida a otras 65 personas, en su mayoría sudaneses.
«En la ruta desde Libia hacia Europa observamos un extremadamente preocupante incremento de los fallecidos. Una persona muere cada seis o siete que alcanzan las costas europeas. Aunque en comparación con los años anteriores el número total de llegadas a Europa se está reduciendo significativamente vemos un que todavía hay una enorme pérdida de vidas humanas. Ya no tenemos una crisis de llegadas pero sí una real crisis de víctimas mortales», ha dicho el portavoz del Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR), Charlie Yaxley.
Una situación que, en opinión de las agencias humanitarias, no puede continuar porque desde principios de año han muerto al menos 426 personas en el Mediterráneo, según publicó EuroNews.
«El Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR) hace un llamamiento para que vuelvan los barcos de rescate de los países europeos, además necesitamos un reconocimiento de la labor vital de las oenegés. Sin olvidar, y esto es fundamental, las medidas para evitar que los refugiados en Libia estén en situación de riesgo», añade Yaxley.
Se calcula que 4.800 refugiados están actualmente en centros de internamiento en territorio libio en condiciones infrahumanas.