Hace 73.000 años, un humano primitivo dibujó sobre una roca silícea unas líneas cruzadas en lo que un equipo de arqueólogos ha deducido se trata de unas de las pruebas más antiguas de comportamiento simbólico de la historia de la humanidad, según un artículo publicado esta semana en la revista Nature. Aunque los investigadores desconocen el significado o la intención del autor o los autores de dicha figura, hay algo que sí que tienen claro: fueron dibujados por un humano.
El dibujo, que consta de tres líneas rojas con líneas cruzadas y seis líneas separadas, fue trazado sobre una roca silícea llamada silcreta, en la cueva de Blombos, situada en la costa sur de Sudáfrica, un yacimiento excavado por el profesor Christopher Henshilwood y la doctora Karen van Niekerk desde 1991, el cual contiene material datado de entre 100.000 y 70.000 años, entre ellos, diversos bloques de ocre y piedras grabadas con retículas deliberadas, cuyo significado no se ha podido descubrir hasta la fecha. ¿Se trata de firmas? ¿Quizá de cálculos matemáticos? Sea cual sea su significado, lo que está claro es que la pieza encontrada recientemente es 30.000 años más antigua que los ejemplos similares conocidos hasta la fecha.
El equipo de Henshilwood advirtió que las líneas halladas en esta pieza no se parecían en nada a ninguna de las cerca de la docena de fragmentos que se habían encontrado previamente en la misma cueva, con lo se dispusieron a responder distintas preguntas: ¿fueron creados por aquellos humanos que habitaban la cueva hace unos 73.000 años? ¿Cómo las dibujaron? ¿Con qué intención?
Los investigadores examinaron y fotografiaron la pieza con un microscopio electrónico para cerciorarse si las líneas formaban parte de la piedra o si fueron dibujadas con anterioridad. Después, concluyeron que fueron trazadas con un fragmento de ocre con una punta de entre 1 y 3 milímetros de grosor y que formaban parte de un patrón más extenso.