Un subinspector de la Policía Metropolitana y un ciudadano de origen ruso fueron detenidos en las últimas horas a raíz del hallazgo de valijas diplomáticas en la Embajada de Rusia en Argentina con casi 400 kilos de cocaína.
La droga fue reemplazada incluso por harina y se realizó una entrega controlada con destino a Rusia, en un vuelo oficial de mudanza del Embajador, y permitió detener en aquel país a otras 4 personas.
El 14 de diciembre de 2016 el Embajador dio aviso al Ministerio de Seguridad sobre el hallazgo de 12 valijas diplomáticas con cocaína ubicadas en el Colegio Adjunto a la Embajada, el cual funciona dentro de dicha sede ubicada sobre la calle Posadas 1663, de Capital Federal.
Los 389 kilos de cocaína fueron retirados de las valijas y se las rellenó con paquetes de harina, sumado a que se les puso un GPS, y al llegar a Rusia se esperó a quien las fuera a retirar logrando así la detención a fines del año pasado de cuatro personas, una de ellas el ex administrador económico de la sede diplomática en nuestro país hasta el 2016.
Justamente, la sospecha es que en julio de ese año dicha persona, cuya identidad se mantiene bajo reserva, introdujo las valijas en la Embajada: la organización planeó desde entonces el envío de las mismas, las cuales escapan al control rutinario en el Aeropuerto por ser de carácter diplomático, hacia Rusia.
Tras un año de investigación que llevó adelante el juez federal Julián Ercolini junto con los fiscales federales Eduardo Taiano y Diego Iglesias, este último de la Procuraduria contra el Narcotráfico, y la labor de la Gendarmería, se detuvo a tres personas en Rusia y dos en Argentina siendo uno de ellos subinspector de la policía de la Ciudad.
Apenas se denunció el hallazgo de la droga en la Embajada, se intervinieron varios teléfonos y permitió seguir los pasos que iba realizando la organización: se ideó enviar la droga en un vuelo privado, en un avión en el que iban a viajar cadetes de la Policía de la Ciudad por intercambio de experiencias con las fuerzas de seguridad rusas, y finalmente se hizo en octubre de 2017 en un vuelo oficial de la Embajada por una mudanza del titular de dicha sede diplomática. La falsa carga, pues fue previamente reemplazada la cocaína por harina, al estar en valijas diplomáticas escapó a los controles rutinarios e incluso los acusados previeron por si acaso introducir pastillas de inodoro entre los paquetes de la sustancia para despistar a los cannes de la PSA.
Tras las escuchas que lo involucraron y acreditarse su participación, el subinspector de la Policía de la Ciudad fue detenido ayer a la madrugada en el Aeropuerto de Ezeiza proveniente de un vuelo de Roma junto a su pareja.
Se lo acusa de ser quien contribuyó a introducir la sustancia en la Embajada, donde extraoficialmente cumplía tareas de seguridad, y según registro de la Dirección Nacional de Migraciones tuvo distintos viajes a Rusia en el contexto de la capacitación de cadetes de policías metropolitanos en Rusia.
Tras su detención, se allanó ayer la oficina del subinspector en la escuela de la Policía de la Ciudad sobre la calle Corvalán al 3698, de esta capital federal.
Una de las principales pruebas contra los dos detenidos en la Argentina, el policía y el ciudadano ruso, fueron las escuchas telefónicas volcadas en el expediente.
En tanto, por orden de Ercolini a raíz del pedido de los fiscales, se dispuso la captura internacional de un hombre conocido como «K» quien se presume se encuentra en Alemania.