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Encontraron un animal marino en Ibiza que contrarresta el avance del coronavirus


En las aguas que rodean la isla de Ibiza, España vive un pequeño invertebrado denominado Aplidium albicans que ayudaría a combatir la pandemia

Desde que la pandemia del Covid azotó al mundo, los científicos trabajan a destajo para poder combatir el virus. En este sentido, en un tiempo récord, laboratorios de diferentes partes del mundo lanzaron al mercado las ansiadas vacunas. Sin embargo, bajo la superficie se esconde otra posible solución.

En las aguas que rodean la isla de Ibiza, España vive un pequeño invertebrado denominado Aplidium albicans. Este organismo forma parte de la familia de las ascidias, que, a su vez, se incluye en el grupo de los tunicados, caracterizados por la túnica con la que se cubren. A simple vista puede parecer un vegetal, pero pertenece al reino animal, como las esponjas o los corales. Lo cierto es que en este espécimen se podría hallar una cura para el Covid.

Y es que de la Aplidium albicans se extrae la plitidepsina, el principio activo en el que se basa el Aplidin, fabricado por la farmacéutica española Pharmamar. Este medicamento antitumoral podría ser altamente efectivo en la lucha contra la pandemia del Covid. La revista Science publicaba hace una semana que este tratamiento es 100 veces más potente que los remedios utilizados hasta la fecha. Según los resultados, el 80,7% de los pacientes a los que se le administró fueron dados de alta el día 15 de hospitalización o antes. El 38,2% lo hicieron el octavo día. Todos ellos sin síntomas.

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Un fármaco que podría comenzar a utilizarse en pacientes una vez finalizados los ensayos clínicos, que se dirigen ya a la Fase III. Una eficaz medicina relacionada con la disminución de la carga viral, la mejoría clínica, la resolución de la neumonía o la caída de parámetros de inflamación, como la Proteína C-reactiva, de aquellas personas ingresadas a las que se les inyectó. Un remedio contra el cáncer que, de momento, solo se aplica en Australia en pacientes oncológicos. En Europa, fue rechazado en dos ocasiones.

“El principio activo lo desarrollamos para el cáncer. Sin embargo, hay compuestos que pueden tener una gran efectividad antiviral. Por eso, decidimos probar con la plitidepsina. Fue cuando vimos que este principio activo tenía una gran efectividad contra el coronavirus», explicó Santiago Bueno, director del departamento de colección de organismos marinos de Pharmamar, a Sputnik Mundo.

Aplidium albicans fue hallada en 1988, cuando un grupo de biólogos se embarcaron en un buque de investigación oceanográfica para recolectar muestras de seres marinos de las Islas Baleares y estudiarlas. La expedición, financiada por Pharmamar, se topó a 52 metros de profundidad, a la vera de Ibiza, abundantes colonias de este animal. Un descubrimiento sorprendente, ya que esta ascidia no es común en aguas mediterráneas. «Esta especie es habitual en el Atlántico Este. En las Azores, Portugal o el Canal de la Mancha. Rara vez se encuentran ejemplares en el Mediterráneo», comentó el investigador.

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Frente a la costa ibicenca, los islotes de Es Vedrà y Tagomago son refugio de este invertebrado marino. Para llegar hasta él, hay que descender como mínimo 40 metros. Entre las rocas y la flora marina, habita la Aplidium albicans. Una vez localizada, el equipo de buzos inicia el procedimiento de recolección, aplicable a cualquier organismo. Primero, se fotografía. Después se separan unos pocos gramos y se meten en bolsas herméticas para que no interactúen con el medio. En el propio barco se clasifican las muestras y se congelan de manera inmediata. El proceso tiene que ser veloz. «Es importante meter las evidencias en el congelador lo antes posible, porque nos interesan los compuestos químicos y algunos son extremadamente volátiles», aseguró Bueno.

Del océano pasa al laboratorio. Allí, los científicos analizan químicamente las pruebas. Fue en las instalaciones de la empresa en Colmenar Viejo donde extrajeron de la ascidia el principio activo conocido como plitidepsina. Los exámenes posteriores demostraron que era capaz de inhibir el crecimiento de las células tumorales. En pleno 2020, los investigadores detectaron que este compuesto bloqueaba la proteína EF1A, presente en las células humanas y utilizada por el coronavirus para replicarse dentro del cuerpo. El último paso es la síntesis química del principio activo para poder producirlo en cantidades suficientes para lanzar un fármaco. El Aplidin es el resultado final.

Hasta la fecha, la plitidepsina solo se ha podido obtener de la Aplidium albicans. Una sustancia potencialmente útil contra el SARS-CoV-2 y que el animal emplea para garantizar su supervivencia. «Durante millones de años, los organismos marinos se han evolucionado adaptando técnicas que les permiten sobrevivir y competir por el alimento. Los invertebrados no tienen capacidad de defensa, como dientes o garras, y cuentan con una escasa movilidad. Su única manera de defenderse es generar compuestos químicos que impidan que las células se desarrollen y así poder competir contra otra especie en el territorio. Este modo de protección es el centro de nuestra línea de investigación», compartió el biólogo.