En tres días cinco orcas aparecieron varadas en la Costa Atlántica. Tres pudieron ser rescatadas y devueltas al mar, gracias al esfuerzo de biólogos y vecinos que participaron como voluntarios. Otras dos no pudieron resistir y se murieron. Los investigadores están trabajando en los comportamientos.
El primer llamado de alerta llegó a Mundo Marino, avisando que tres orcas se encontraban varadas en Nueva Atlantis, a 50 kilómetros de San Clemente del Tuyú. Un equipo de la Fundación acudió a socorrerlas. Al llegar al lugar se encontraron con un solo animal en una situación crítica.
Como la orca se encontraba apoyada sobre uno de sus laterales, se procedió a enderezarla para evitar que el espiráculo quedara debajo del agua y pudiera ahogarse.
Las maniobras llevaron casi 20 horas y, a pesar de que por momentos se pensó que sus probabilidades de sobrevivir eran ínfimas, la orca se recuperó y logró nadar mar adentro.
Otras dos aparecieron muertas en las playas de Villa Gesell y Mar de Ajó. Se especula que son los otros dos que fueron alertados por los vecinos en Nueva Atlantis.