La oposición denuncia que las elecciones son una "farsa"
La oposición denuncia que las elecciones son una «farsa»
Los argelinos votaban este jueves para elegir presidente, con Argel, la capital, tomada por fuerzas de seguridad, con centros de sufragio literalmente vacíos y protestas contra estos comicios considerados «una farsa» por el movimiento opositor Hirak, surgido este año de una ola de protestas contra la vieja guardia política de la ex colonia francesa.
Desde primera hora de la mañana, grupos de policías antidisturbios se ubicaron estratégicamente en las esquinas principales de la capital, en particular la avenida Didouche Mourad, arteria comercial de Argel, donde cerca de medio centenar de personas se congregaron al mediodía para decir «no a las elecciones, abajo el régimen militar». A medida que creció la protesta, un grupo de gendarmes, bastones en mano, arremetió contra los manifestantes, que evitaron la confrontación al grito de «¡paz!! y «esto no es contra el Ejército, es contra el poder», informó la agencia de noticias EFE.
A escasos metros, en uno de los centros de votación en torno la simbólica plaza de la Grande Poste, cerrada por decenas de vehículos militares y vigilada desde el aire por helicópteros, los votantes afluían de forma lenta y a cuentagotas.
En su mayoría ancianos y personas de mediana edad que afirmaban que votaban por responsabilidad y porque no consideraban que el Hirak, tras diez meses de protestas cada viernes de forma consecutiva, representara una alternativa.
Similares escenas de protesta y desconfianza en la transparencia de la consulta se vivieron en las principales ciudades del país, y en particular en la Cabilia, donde más ha calado el llamamiento del Hirak al boicot electoral.
Las elecciones presidenciales estaban inicialmente previstas para el 18 de abril, pero el anuncio del círculo íntimo del ex mandatario Abdelaziz Bouteflika de que este pretendía aspirar a un quinto mandato consecutivo pese al evidente deterioro de su salud, desató una protesta popular que desde el 22 de febrero se repite cada viernes.
El palacio presidencial anunció la renuncia de Bouteflika el 2 de abril, presionado por la calle pero sobre todo por la intervención del jefe del Ejército y nuevo hombre fuerte del país, general Ahmed Gaid Salah, quien pidió su inhabilitación.
La jefatura pasó entonces de forma interina al presidente del Senado, Abdelkader Bensalah, un hombre de la vieja guardia nombrado al igual que Gaid Salah en 2004 por el propio Bouteflika, con un mandato de transición de tres meses. Las presidenciales, que fueron pospuestas en dos ocasiones, tienen lugar en un clima de tensión marcado por la llamada al boicot del Hirak.
A la presidencia optan cinco de los 23 aspirantes que presentaron su candidatura a la Instancia Superior Independiente de las Elecciones (ISIE), una organización creada ad hoc meses atrás e integrada por miembros de la vieja guardia.
Sin encuestas que orienten sobre la intención de voto, hasta esta semana la sensación apuntaba a que los dos ex primeros ministros, Ali Benflis y Abdelamajeed Tebboun, eran los que más opciones tenían de pasar a un eventual segunda vuelta.
Sin embargo, en los últimos días aumentaron las expectativas de Azzedine Mihoubi, poeta y periodista, antiguo ministro de Cultura, con buenas relaciones entre los mandos medios del Ejército.
Está previsto que los centros de votación cierren a las 20, sin que estén anunciadas encuestas a boca de urna.
Los resultados se podrían conocer mañana, día para el que esta convocada una nueva marcha del Hirak.