Política y Economía

En una ceremonia exprés, Mario Lugones juró como ministro de Salud


Con el asesor Santiago Caputo en primera fila, el presidente Javier Milei le tomó juramento al funcionario, que asumió al cargo en reemplazo de Mario Russo

El presidente Javier Milei le tomó este mediodía juramento a Mario Lugones, quien asume al frente de la cartera de Salud en reemplazo de Mario Russo

La ceremonia exprés duró 3 minutos con cincuenta segundos y alcanzó para la lectura de la jura, el pronunciamiento de las formalidades pertinentes por parte del mandatario, la rúbrica del acta de asunción certificada por el escribano y el cálido saludo entre los protagonistas. 

En segunda fila, visiblemente emocionado, el asesor presidencial, Santiago Caputo, aplaudía la modificación en el organigrama. Luego de que la locutora oficial diera por concluida la ceremonia formal, fue el primero en acercarse a Lugones, hombre de su extrema confianza, para saludarlo con un abrazo. 

El flamante funcionario mantiene una relación personal con el asesor, al que conoce desde hace años por el vinculo que mantiene con su hijo Rodrigo Lugones, ambos integrantes de la consultora de Jaime Durán Barba.

Lo cierto es que su designación terminó de oficializar lo que en los hechos ocurría: era Lugones el que manejaba los hilos de la cartera, lo que agotó la paciencia de Russo que tras alegar “cuestiones personales” presentó su renuncia el pasado jueves y le dio fin al doble comando. 

Jefe de clínica de la Unidad Coronaria del Sanatorio Güemes, y médico cardiólogo de Praxis Médica y de la Fundación Favaloro, el actual ministro también se desempeñó como director del Instituto Médico de la Seguridad Social y Evaluación Tecnológica (IMSSET) de la UBA y fue director de la Maestría de Gerenciamiento del Sistema de Salud de la UBA.

En Casa Rosada aseguraron que el ingreso del dueño del Sanatorio Güemes va a imprimir “dinamismo” en la gestión del ministerio que estuvo marcado por discrepancias sobre el manejo de algunas políticas públicas. Además, permitirá que las decisiones sean administradas de manera directa.

Cuando los relojes daban las 12, el Presidente hizo su ingreso al Salón Blanco, donde aguardaban el grueso de los ministros, junto a Lugones que se mostró escoltado por el asesor presidencial, quien rápidamente se acomodó en su silla. 

Seguían atentamente la jura el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; la canciller, Diana Mondino; y los ministros de Economía, Luis Caputo y de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, sentados juntos, en primera fila. 

Detrás se acomodaron el vocero presidencial, Manuel Adorni; el vicejefe de Gabinete, José Rolandi; el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán; y el asesor de Karina Milei, Eduardo “Lule” Menem.

También dieron el presente el titular de la Super Intendencia de Salud, Gabriel Oriolo; el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona y el diputado provincial, Agustín Romo, entre otros. 

Las notables ausencias fueron la de la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, una de las más críticas del rol que cumple Santiago Caputo; la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei; la titular de la cartera de Seguridad, Patricia Bullrich, y su par de Defensa, Luis Petri, con actividades programadas en el mismo horario. 

Sin dar declaraciones a la prensa y luego de fundirse en un prolongado abrazo con el mandatario y de ser saludado por Caputo, Lugones fue de los primeros en abandonar el salón mientras el resto del Gabinete intercambiaba algunas palabras.

La ceremonia tuvo lugar al término de la habitual reunión de mesa chica que encabezó el Presidente junto a Francos; Santiago Caputo; Bullrich y Adorni, en el despacho presidencial. En esta oportunidad no estuvieron ni Karina Milei ni el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, dos habitúes de los herméticos desayunos de los martes.