El pontífice reconoció el trabajo de un periodista de Rome Reports luego de captarlo a la salida de una disquería. “Uno no debe perder el sentido del humor”, dijo en una misiva
El Papa Francisco felicitó al reportero que lo sorprendió esta semana visitando a viejos amigos que administran una tienda de discos en Roma, bromeando al decir que fue “mala suerte” que la noticia saliera a la luz.
La visita del martes por la noche debía permanecer en secreto, pero Javier Martínez-Brocal, de la agencia de noticias de televisión Rome Reports, estuvo en el área del centro de Roma por casualidad. Lo filmó con su teléfono, lo publicó en Twitter y el video se volvió viral.
En una carta enviada a Martínez-Brocal el jueves, Francisco, de 85 años, lo felicitó por su trabajo y lamentó su propia desgracia.
“No se puede negar que fue un caso de mala suerte (…) que después de tomar todas las precauciones, hubiera un reportero en la parada de taxis”, dijo Francisco en la carta que Martínez-Brocal compartió con sus colegas el viernes.
“Uno no debe perder el sentido del humor”, sostuvo Francisco. ”Gracias por hacer su trabajo, incluso si puso al Papa en dificultades”, siguió.
Francisco, que evita los autos a prueba de balas y las escoltas policiales visibles, llegó a la tienda de discos StereoSound cerca del antiguo Panteón en un sencillo Fiat 500 blanco conducido por un empleado del Vaticano. Permaneció en el lugar durante unos 15 minutos.
Los dueños de la tienda dijeron más tarde que se habían hecho amigos de él años atrás cuando era el cardenal Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires. Visitaba su tienda para comprar discos y CD de música clásica cuando estaba en Roma por asuntos de la Iglesia y se hospedaba en una residencia cercana para clérigos visitantes.
“Lo que más extraño (desde que se convirtió en Papa) es no poder caminar por las calles, como lo hacía en Buenos Aires, caminando de una parroquia a otra”, escribió Francisco.
Los dueños de la tienda dijeron que le dieron al Papa una caja de CD de música clásica, pero se negaron a ser más específicos. Se sabe que a Francisco le gustan Beethoven, Mozart y Bach, así como el tango.