Los legisladores se pronuncian a favor y en contra del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE).
En medio de un debate tenso y con manifestaciones fuera del Congreso a favor y en contra del proyecto, la Cámara de Diputados se encaminaba esta noche a probar la iniciativa oficial de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE).
De acuerdo a estimaciones de fuentes parlamentarias, la votación se produciría pasadas las 3:30, luego de que culminen sus discursos los 167 oradores anotados.
Miles de personas, en su mayoría mujeres con tapabocas y pañuelos verdes o vestimenta alusiva a la Campaña por el aborto legal, acompañaban desde las calles el desarrollo de la sesión, a través de monitores gigantes colocados en avenidas aledañas al Congreso.
Sobre la avenida Hipólito Yrigoyen, y separados por vallas para evitar enfrentamientos, se concentraban los grupos autodenominados «provida», con pañuelos y barbijos celestes. .
La sesión especial comenzó con la presencia de 105 diputados presentes y 45 conectados de manera remota.
Con un mensaje conciliador, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, inauguró el debate con un llamado a evitar descalificaciones entre los «verdes» y «celestes», y a «no perder de vista ni el respeto ni la capacidad de escuchar a los otros» durante la jornada.
Luego, el tigrense se retiró del recinto para recibir en su despacho a los ministros de Salud, Ginés González García, de las Mujeres y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, y de Seguridad, Sabina Frederic; a la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra; a la directora de ANSeS, Fernanda Raverta; y al presidente de la comisión de Acción Social y Salud Pública en Diputados, Pablo Yedlin.
Como miembro informante del Frente de Todos, Cecilia Moreau fue la encargada de abrir la ronda de discursos y afirmó que iniciar la discusión un 10 de diciembre es una «fecha simbólica» para «conquistar un nuevo derecho».
A su entender, el proyecto «viene a ofrecer una respuesta concreta a un problema de salud pública y estructural que existe» en la Argentina.
En representación de la postura de rechazo, la primera en exponer fue la vicepresidenta de la comisión de Salud, Carmen Polledo (PRO), quien insistió en que el embrión ya conforma un organismo vivo y no solamente un conjunto de células.
«Nosotros nos la jugamos. No somos tibios. Defendemos lo que queremos. Defendemos la vida. La prueba más contundente no es jurídica, ni científica, ni siquiera ética: es el amor de la madre y el hijo que lleva adentro.», afirmó.
A favor de la iniciativa, pero con críticas al «oportunismo» del oficialismo en la presentación del proyecto, el referente del PRO Fernando Iglesias consideró que «la absoluta mayoría de países a los que quiero que se parezca la Argentina tiene la interrupción voluntaria del embarazo».
La diputada nacional y ex ministra de Salud, Graciela Ocaña (Juntos por el Cambio), aseguró que el problema de los abortos es «una cuestión de salud pública» y que a las mujeres «hay que garantizarles el marco legal correspondiente» si desean abortar.
La santafesina del Frente de Todos Vanesa Massetani apuntó contra el Ministerio de las Mujeres, Diversidad y Géneros por poner al aborto como «prioridad» y fustigó: «Ningún funcionario va a decirme lo que yo voy a hacer, fueron elegidos a dedo, a mí me eligió el pueblo».
El diputado del PRO Alberto Asseff remarcó que «niño se es desde la concepción» y «eliminar la vida es reprobable desde todo punto de vida», porque «abortar es descartar» y no «ampliar derechos».
La diputada del PRO Dina Rezinovsky calentó el debate al acusar al oficialismo de «comprar» votos a favor del aborto legal «con la billetera».
«Con la billetera están comprando diputados oficialistas, me frustra saber que estén dando vuelta diputados», denunció.
«Esa marea (verde) de la que hablan es un simple charquito», chicaneó, al cuestionar a los militantes a favor del aborto.
Integrante de la comunidad evangélica, Rezinovsky agregó: «Yo no voy a hablar desde la religión, aunque bien podría hacerlo, pero si tanto les molesta Dios, sáquenlo de la Constitución».
Yedlin (Frente de Todos) comenzó su discurso agradeciendo al presidente Aberto Fernández y a la vicepresidenta Cristina Kirchner «por enviar al Congreso el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo y el proyecto de los mil días».
El diputado tucumano advirtió que «decenas de miles de mujeres en la Argentina son internadas todos los años por complicaciones de abortos».
El proyecto permite el aborto hasta la semana 14 de gestación, un procedimiento que se hará en todos los centros de salud a pedido de la mujer o persona gestante, y se contempla la cláusula de conciencia para los médicos.
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