El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció un plan económico para detener, según explicó él mismo, la hiperinflación que sufren en el país desde hace tiempo. Bajo el nombre de «Programa de Recuperación Económica», la primera medida fuerte será la implementación de una nueva moneda.
Los nuevos billetes restan cinco ceros al bolívar y entraron en vigencia este lunes, que fue declarado no laborable para que salarios, precios de bienes y servicios, cheques y otros sean ajustados a la nueva denominación de la moneda nacional.
Para el gobierno venezolano, la causa de la hiperinflación es la «guerra económica» impulsada por Estados Unidos, «las mafias colombianas» y la «oligarquía», actores a los que acusa de prácticas de contrabando y especulación para inflar los precios y obtener un beneficio desmesurado. Los opositores y analistas más liberales creen que la causa es la mala gestión económica de Maduro.
El diario BBC resumió los cambios económicos en cinco puntos, claves dentro del programa anunciado.
1. La nueva moneda
El bolívar soberano se implementa desde este lunes. La hiperinflación hizo que la anterior moneda venezolana, el bolívar fuerte, hoy ya no tenga casi valor.
Un dólar llegó a costar casi seis millones de bolívares fuertes y, aunque no sea conveniente por los altos precios, la confianza en la moneda estadounidense hizo que muchos se vuelquen a esta y por ello cada vez más, el bolívar perdió valor.
La respuesta del gobierno es el bolívar soberano, que tendrá un valor nominal de cinco ceros menos que el actual bolívar fuerte, y un nuevo cono monetario que, según Maduro, ayudará a estabilizar los precios.
El presidente había anunciado inicialmente su entrada en circulación para el pasado mes de junio pero luego la aplazó.
El economista Asdrúbal Oliveros, de la firma de análisis Ecoanalítica, cree que «ayudará al menos a racionalizar la contabilidad de las empresas». Sin embargo, no cree que vaya a surtir efecto más allá de ese alivio temporal.
Maduro prometió que el Estado venezolano detendrá la impresión de dinero físico. Según economistas, sería un paso en la buena dirección, pero no ven al presidente dispuesto a cumplirlo.
El peligro es que, si no se ataca el origen real del problema, la hiperinflación no se detenga y que, como resultado, en pocos meses el bolívar soberano se halle tan depreciado como lo está ahora el fuerte.
2. Petro: una criptomoneda del valor del petróleo
«Ellos dolarizaron los precios, ahora yo petrolizo el salario», proclamó Maduro. Esa es la lógica detrás del petro, la criptomoneda creada por el gobierno venezolano para sortear las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea, darle estabilidad al nuevo bolívar y, según dijo Maduro, «proteger la capacidad de compra de los venezolanos».
El gobierno fijó el valor de cada petro en US$60, un poco menos que el precio medio del barril de petróleo venezolano en los mercados internacionales. Decidió también que cada petro valdrá 3.600 bolívares soberanos.
Lo que se intenta es que la enorme riqueza petrolera de Venezuela respalde al petro y, por extensión, al nuevo bolívar soberano, conteniendo así la pérdida de valor galopante que acabó por hacer inservible a su predecesor.
3. El salario mínimo se multiplicará, ¿qué pasará con los precios?
Maduro decretó también una subida sin precedentes del salario mínimo. Situado ahora en 3 millones de bolívares fuertes, lo elevó hasta los 180 millones, es decir, 60 veces su valor actual y unos US$30 al cambio en el mercado paralelo.
El presidente anunció además que el Estado asumirá durante 90 días el coste de la subida salarial para «las pequeñas y medianas empresas», aunque no dio detalles de cómo lo hará.
Frente a las voces que alertan del potencial efecto inflacionario de una medida expansiva de este calibre, el vicepresidente Rodríguez mantiene que «todo esto se va a implementar sin aumentar el déficit fiscal».
Oliveros teme que esto no hará otra cosa sino «meterle gasolina a la inflación». «Hay consenso en que los salarios, totalmente desfasados por la hiperinflación, debían subir», explicó el economista quien se lamentó que hacerlo «por decreto no sirve de nada» y será contraproducente.
A su vez, pronosticó «una etapa mucho más agresiva de la hiperinflación» como consecuencia de la «agresiva devaluación y expansión monetaria vía salarios y bonos».
4. Cómo reducir el déficit público
De acuerdo con todos los economistas consultados, el déficit público descontrolado es el problema radical a resolver si se quiere sacar a Venezuela de su crisis. El Estado venezolano gasta mucho más de lo que ingresa. Analistas financieros internacionales estiman la diferencia en torno al 20% del Producto Interno Bruto.
El gobierno ha venido compensándolo con la impresión de dinero, lo que, según la teoría liberal, agrava la hiperinflación. Ahora Maduro se comprometió con el objetivo de reducir el déficit a cero y aseguró que la gran fortaleza de su plan es que no depende de la emisión de dinero físico.
Alejandro Grisanti, otro de los expertos de Ecoanalítica, apeló a la historia reciente para mostrarse escéptico: «Me cuesta pensar que Nicolás Maduro tenga la disciplina de controlar el gasto público».
La otra receta contra el déficit prometida por Maduro es incrementar la recaudación mediante la subida de algunos impuestos. «En Venezuela los ricos evaden impuestos», repiten las autoridades.
El problema en este caso puede ser que el país apenas tiene una cultura de pago de tributos, como el mismo gobierno admite, y la falta de medios para implantar las subidas.
5. Un mercado de divisas ¿libre?
Venezuela vive hace años bajo un rígido sistema de control cambiario. El Estado solo autoriza el cambio de divisas a través de un restrictivo modelo de subastas conocido como Sistema de Divisas de Tipo de Cambio Complementario (Dicom).
El tipo de cambio resultante de estas subastas adquiere carácter oficial y en él el bolívar tiene siempre frente al dólar un valor mucho más alto que en la calle.
El gobierno atribuye esto a la acción de páginas web extranjeras como Dollar Today. Los venezolanos las toman como referencia para conocer el valor real de la divisa estadounidense, pero el Ejecutivo asegura que lo inflan deliberadamente para lucrarse con su venta.
La preferencia por los dólares antes que los bolívares es cada vez mayor, pero muy pocos los tienen.
La alta demanda de dólares y los pocos canales legales para obtenerlos disparan su valor en el abrumadoramente mayoritario mercado paralelo.
En lo que la mayoría de economistas interpreta como un reconocimiento del valor del dólar paralelo, el gobierno anunció la creación de un mercado libre de divisas, con la apertura de 300 casas de cambio autorizadas y la reforma de la Ley de Ilícitos Cambiarios, que regula el sistema actual.
Los expertos la consideran como una de las políticas más esperadas y positivas, aunque advierten de que habrá que esperar para comprobar si la liberalización del mercado cambiario es total y recuerdan que el gobierno hizo anuncios similares en el pasado que finalmente no cumplió.
Si tampoco lo hace esta vez, alertaron que la depreciación de la moneda venezolana continuará y con ella lo hará el círculo vicioso de la hiperinflación.