Algunos países como España. Reino Unido, Alemania y Austria aplicaron medidas restrictivas ante el avance de la segunda ola de contagios
Mientras avanza la campaña de vacunación en Europa, entre toques de queda y excepciones para los inoculados, los gobiernos del continente buscan a contra reloj estrategias nuevas que eviten la propagación del coronavirus sin ahogar sus economías.
En medio de una segunda escalada de contagios, la segunda dosis de la vacuna anticovid comenzó a ser administrada hoy en España a residentes de geriátricos y sus cuidadores que ya habían recibido la primera a finales de diciembre.
España ya administró 768.950 dosis de vacunas, tanto de Pfizer como de Moderna, por encima de los dos tercios del más de un millón de dosis que recibió hasta el momento, indicó el Ministerio de Salud.
Pese a haber registrado el viernes un récord de 40.197 contagios en 24 horas, en plena escalada de infecciones de la tercera ola, el gobierno descartó ayer un nuevo confinamiento general, aunque dijo estar abierto a permitir a las regiones adelantar hasta las 22 horas su toque de queda nocturno.
En tanto, en Reino Unido, el país europeo más afectado por la pandemia, con más de 3,36 millones de casos y cerca de 89.000 muertos, anunció hoy que la población adulta tendrá la oportunidad de recibir la primera dosis en septiembre, según indicó el ministro de Relaciones Exteriores, Dominic Raab al medio Sky News.
Mientras el ministro apuesta a un relajamiento gradual de las restricciones para septiembre, el Gobierno británico activó un nuevo protocolo a partir de mañana que obliga a todas las personas que lleguen al Reino Unido a presentar un test negativo de coronavirus y a mantener una cuarentena.
Esta medida se suma a la prohibición dispuesta la semana pasada al ingreso a territorio británico de argentinos y personas procedentes de América del Sur y Portugal, debido a su cercanía con Brasil, donde se detectó una nueva variante del virus.
Las autoridades contemplan reforzar estas restricciones instando a los viajeros a autoaislarse en hoteles, cuyo gastos correrían a su cuenta y tendrían que utilizar el GPS y tecnologías de reconocimiento facial para garantizar que respetan la cuarentena.
En tanto, en Alemania el Instituto Robert Koch (RKI), el ente gubernamental encargado del control de enfermedades infecciosas, indicó hoy que «el número de casos parece estabilizarse de nuevo» al informar que se registraron 445 muertes y 13.882 nuevos contagios en las últimas 24 horas, una cifra significativamente más baja que las 18.678 infecciones de ayer.
El 5 de enero pasado el país impuso nuevas restricciones y extendió el confinamiento hasta el 31 de enero mientras el país comenzaba a vacunar a su población.
Hasta ahora poco más del 1% de la población alemana, principalmente las personas mayores, las que necesitan atención y personal sanitario, fueron vacunadas.
Hoy, el ministro de Asuntos Exteriores, Heiko Maas, abrió el debate y propuso que quienes hayan recibido la dosis puedan ir a restaurantes o cines, según una entrevista al diario Bild am Sonntag, recogida por la agencia de noticias Europa Press.
En Austria, mientras tanto, en medio de un contexto de creciente indignación, el Gobierno indicó hoy que prolongará su tercer confinamiento impuesto en Navidad hasta al menos hasta el 8 de febrero.
«Nuestro objetivo es reabrir los comercios, las prestaciones de servicio y los museos el 8 de febrero», declaró el canciller conservador Sebastian Kurz, quien agregó que lo mismo supone el regreso a las aulas, que se hará en pequeños grupos.
Sin embargo, el Gobierno no tiene previsto que restaurantes y hoteles abran antes de principios de marzo e incita al teletrabajo.
Pese a las restricciones que debían terminar el 25 de este mes, el país sigue registrando unos 130 contagios diarios por 100.000 habitantes.