Claudia Blum dejó este jueves su cargo, mientras se mantienen las protestas en las calles de su país y los cuestionamientos internacionales a la represión sufrida por los manifestantes
La ministra de Exteriores de Colombia, Claudia Blum, renunció hoy a su cargo y si bien no trascendieron los motivos oficiales, su alejamiento coincide con una etapa de especial tensión política por las protestas antigubernamentales y cuestionamientos internacionales por la represión a esas movilizaciones.
La ahora ex funcionaria presentó una carta de renuncia «irrevocable» al presidente Iván Duque y, desde ahora, queda a cargo de la cartera de forma interina la viceministra, Adriana Mejía.
«Le ratifico mi admiración y apoyo», expresó Blum a Duque en una carta reproducida por Blu Radio.
«Estoy segura de que, bajo su liderazgo, el país continuará en la senda del desarrollo sostenible, en la recuperación social y económica frente a los efectos de la pandemia, y en la consolidación de los consensos que ratifiquen la unidad y la fortaleza de nuestra Nación», añadió.
Las razones de la dimisión aún no están confirmadas y ya desde el fin de semana pasado se rumoreaba con su salida.
Medios locales apuntan a diferencias con la viceministra y a las duras críticas de la oposición ante su gestión.
Recientemente surgió una controversia con el partido Comunes, fundado por excombatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tras el acuerdo de paz, ya que Blum acusó a este ante la ONU de ser el responsable de las disidencias activas de la guerrilla.
Por otro lado, el Gobierno de Colombia recibió numerosas denuncias de la comunidad internacional sobre el uso excesivo de la violencia de la Policía y el Ejército en las protestas, que la Cancillería salió a rechazar.
El viernes pasado en un comunicado el Ministerio señaló que el país rechazará «los pronunciamientos externos que no reflejan objetividad y que buscan alimentar la polarización en el país», remarcó el diario El Tiempo.
En ese sentido, Blum defendió un diálogo permanente con el exterior «para ratificar al mundo que Colombia es un Estado de Derecho, con instituciones democráticas sólidas, separación de poderes y órganos de control independientes».
Esta renuncia supone la segunda salida del Ejecutivo del presidente Duque tras la del ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, la semana pasada, a consecuencia de las protestas, recordó la agencia Europa Press.
Sin embargo, no será la última de acuerdo a lo que informó Cadena Caracol que anticipa que habrá nuevos cambios en el gabinete.
Las protestas comenzaron el martes 27 de abril contra un proyecto del Ejecutivo de reforma tributaria, iniciativa retirada después por el Gobierno, pero la fuerza de las movilizaciones y la represión de las fuerzas de seguridad y, sobre todo, del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), derivó en el endurecimiento de las movilizaciones y la ampliación del pliego de demandas.