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En medio de insultos, Temer no pudo visitar el edificio derrumbado de San Pablo


El presidente de Brasil, Michel Temer, fue insultado y debió abandonar rápidamente el lugar del incendio que provocó esta madrugada el derrumbe de un edificio tomado donde vivían 92 familias en el centro de la ciudad de San Pablo.

El presidente, que vive en San Pablo, estuvo cinco minutos en el lugar para expresar que dará asistencia a las familias afectadas, sobre todo porque el edificio de la tragedia es del gobierno federal, ya que pertenecía a la Policía Federal.
Temer habló con la prensa en medio de gritos de «golpista» y otros insultos en el centro antiguo de la capital, en la zona de la plaza llamada Largo de Paysandú.
«Vengo a apoyar al estado de San Pablo y a decir, más allá de las protestas, que daremos asistencia a las personas», dijo el gobernante.

El mandatario estuvo menos de 5 minutos en el lugar y se fue rápidamente en un automóvil blindado en medio de insultos.
Una persona murió y otras tres fueron dadas por desaparecidas con el incendio en el edificio que estaba ocupado por un movimiento social que lucha por la vivienda en la región central más grande de San Pablo.
El edificio se derrumbó a la madrugada luego de un incendio originado en el quinto piso, informaron los bomberos.