La concejal de Medio Ambiente, Teresa Artigas, presentó un nuevo tipo de pavimento con el que ya se están haciendo pruebas piloto en algunas calles de Zaragoza.
Se trata de baldosas fotocatalíticas, que son capaces de reducir la contaminación y mejorar la calidad del aire. De momento se han instalado en un pequeño camino de la calle Martín Ruiz Anglada, junto al río Huerva, pero la intención municipal es ir ampliando su uso, dado que los nuevos materiales «absorben óxidos nitrosos y otros contaminantes», informó Artigas.
David Almazán, vicepresidente de la Asociación Ibérica de Fotocatálisis, ha explicado que la novedad consiste en que se da «un reacción química, que permite descomponer lo contaminante y transformarlo en sustancias biodegradables.
Para eso se necesitan tres elementos: un fotocatalizador (dióxido de titanio), presencia de oxígeno y presencia de luz, que permite la reacción química de abatimiento de contaminantes».
Este tipo de materiales, que también afectan a asfaltos, fachadas o pinturas, «hacen que la ciudad dote a sus elementos urbanos de un valor añadido de autolimpieza». Aunque los datos difieren en función de los ensayos de laboratorio y de las pruebas reales, se calcula que esta tecnología puede liberar a una calle del 20% de la contaminación procedente del tráfico. No obstante, estas baldosas (que son más caras que las estándar) también presentan desgaste y su eficiencia depende del los años que lleven en funcionamiento.