La senadora Cristina Fernández de Kirchner, candidata a vicepresidenta del Frente Todos, confirmó este sábado que la carta original del general San Martín a O’Higgins, que tenía en su poder y por la que se abrió una cauda judicial, le fue obsequiada por el presidente de Rusia, Vladimir Putin, quien la compró especialmente para ella en Nueva York y se la regaló cuando finalizaba una visita a esa nación.
Lo dijo en una charla coloquial que ofreció en Chaco, donde presentó su libro «Sinceramente», durante la cual también dijo que se enteró por televisión de que su esposo, Néstor Kirchner, lanzó su carrera presidencial, reveló que perdió un embarazo con seis meses de gestación y, además, volvió a hablar de Cleopatra, del feminismo de su hija Florencia y de los «machirulos».
«Tomá mate con chocolate… si quería sorprenderme lo había logrado», dijo luego de contar que Putin hizo detener el auto con el que se retiraba luego de una visita a Moscú, -en 2015- y un colaborador del mandatario trajo una caja grande, de madera. Cuando la abrió vio que contenía la carta de San Martín a O’Higgins, que data de abril de 1835 y ante su sorpresa, Putin le dijo que la mandó a comprar para ella en Nueva York. Los diarios, agregó, dijeron que se había robado la carta y remató: «Prefiero quedar en la historia que en la tapa de los diarios, si quedo en la historia bien, de la tapa de los diarios no se acuerda nadie».
Lo mismo ocurrió, dijo, con el bastón presidencial que tiene del presidente Héctor J. Cámpora, que le regaló la familia, causa de la que fue sobreseída la semana pasada.
Si hacemos este ejercicio yo no digo que vamos a encontrar la solución a los problemas, pero sí estoy segura que convivir entre los argentinos y las argentinas va a ser mucho más fácil y mucho mejor, que es lo que me parece que tenemos que lograr.
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) June 29, 2019
Acotó además que en esa carta San Martín «con cierta amargura le comenta a O’Higgins que ha sentido la ingratitud de la sociedad de los pueblos que ha liberado» y acotó que San Martín, Artigas, terminaron exiliados, Belgrano se sentía abandonado y Bolivar fue acusado «de cosas horribles en Perú» y acotó: «Es un poco el precio que hay que pagar».
De su hija Florencia Kirchner, quien se encuentra en Cuba en tratamiento médico, Cristina Fernández afirmó que «es una militante feminista» y contó que le preguntó por qué ella no lo era. «Yo trato de explicarle en los 60 y 70 entre los que militaban no había diferencias ni machismo», sino «únicamente la superioridad de que alguien era más inteligente que otro, más capaz, no porque era hombre o mujer».
Durante la charla informal, reveló que tuvo un aborto espontáneo en 1984 que la afectó «mucho psicológicamente; estaba muy avanzado, de casi seis meses; fue muy traumático, muy fuerte; me impidió quedar embarazada durante años» hasta que llegó Florencia.
Luego reveló que en la crisis del 2001 ni Kirchner ni ella pensaron en intervenir en la política nacional pero cuando Adolfo Rodríguez Saá (presidente en esa transición) lo llamó al entonces gobernador de Santa Cruz a la Casa Rosada se enteró por televisión que cuando salió de la reunión le dijo a periodista: «Voy a ser candidato a presidente».
«Éste se volvió loco; ahí tenés; el tipo salió a buscar la historia; yo no le tenía mucha fe, no a él, a nosotros», pero «llegó con el 22 por ciento de los votos y entró a la historia», recordó.