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En Central, goles se buscan: una Superliga con sequía en el arco de enfrente


Juan José García

El mercado de pases que está a punto de comenzar aparece como una oportunidad única para que Central incorpore ciertos jugadores, pensando en torcer una preocupante sequía que tuvo en la Superliga pasada: fue el segundo equipo que menos goles convirtió, con 16 gritos. Y de esos tantos, menos de la mitad fueron marcados por sus delanteros.

Terminó la temporada a un gol de Argentinos Juniors, el que menos infló redes rivales, y a ¡27! del que más tantos hizo, que fue Racing, el campeón. Si bien el dato más contundente es la poca eficacia que tuvo Central, lo que no se puede pasar por alto es que los atacantes anotaron menos de la mitad de esos goles.

Fueron siete los gritos que se repartieron entre Fernando Zampedri, que marcó cuatro (Talleres, San Martín de Tucumán, Atlético Tucumán y Estudiantes), y Germán Herrera, que gritó en tres oportunidades (Patronato, Colón y Huracán). Los restantes fueron obra de Matías Caruzzo, Leonardo Gil, Washington Camacho, Alfonso Parot, Agustín Allione y Néstor Ortigoza.

Tres entrenadores dirigieron a Central en esta Superliga (Edgardo Bauza, Paulo Ferrari y Diego Cocca) y fueron dos los delanteros que jugaron y no convirtieron ningún tanto (Marco Ruben y Claudio Riaño). Queda exceptuado Maximiliano Lovera, que ha jugado de segundo delantero, aunque tampoco marcó.

Central exhibió fallas en el aspecto defensivo y en la creación del juego durante todo el torneo, sin contar las primeras tres fechas con aquellos 9 de 9 conseguidos por Bauza. Se modificaron esquemas y nombres, pero la pólvora mojada no pudo disimularse. Si bien hubo jugadores que gritaron en otras competiciones (Riaño, por ejemplo, marcó en Copa Argentina y en Copa Libertadores), en el torneo doméstico, que ahora deberá ocupar toda la atención del Canalla, se vio el costado más preocupante.

El Canalla estuvo cinco partidos completos, tres de ellos jugados en el Gigante, sin convertir goles. Más de 450 minutos sin festejar. Un resumen de una campaña para el olvido y una alarma que exige un buen mercado de pases, sobre todo pensando en el ataque, porque si algo necesita hoy por hoy Central son goles y victorias.