El jefe de Gabinete se reunirá con los sindicalistas después de la promulgación de la reforma laboral. Pabo Moyano no será parte
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, recibirá este lunes a las 17 en la Casa Rosada a los integrantes de la cúpula de la CGT para aplacar la tensión con el sindicalismo después de la reglamentación de la reforma labral.
Francos se reunirá con una comitiva de la central obrera encabezada por el cotitular Héctor Daer y, según supo la Agencia Noticias Argentinas de fuentes sindicales, del encuentro no participará Pablo Moyano, otro de los cotitulares y represetante del sector más opositor de esa organización.
Se espera que concurra el otro cotiular cegetista, Carlos Acuña (estaciones de servicio), y los jefes sindicales Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (UOCRA), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Jorge Sola (Seguros), Sergio Romero (UDA), Marina Jaureguiberry (docentes privados), Maia Volcovinsky (judiciales) y Argentino Geneiro (gastronómicos).
La reglamentación de la reforma laboral incluida en la Ley de Bases y el conflicto por Aerolíneas Argentinas profundizó en los últimos días el vínculo de la gestión libertaria con la CGT, que meses atrás ya se había retirado diálogo social promovido por el Gobieerno.
Un blanqueo de impuestos al trabajo, mayores facilidades para la contratación de empleados independientes y la posibilidad de acordar alternativas para el cese laboral que conformen tanto a los trabajadores como a las empresas forman parte de la reglamentación de la reforma laboral que dio conocer el Gobierno la semana última.
A pesar de la tensión con la CGT, en los últimos días hubo un gesto del Gobierno para los gremios a partir de la decisión del Congreso de posponer el tratamiento de un proyecto sobre democracia sindical que promueven el PRO y la UCR.
Esa iniciativa, que fue pospuesta de su tratamiento en comisiones, propone eliminar la reelección indefinida de los sindicalistas, prohíbe la cuota solidaria, garantiza la representación de las minorías en los cuerpos de los sindicatos, obliga a presentar declaraciones juradas y fija medidas para «democratizar las obras sociales», entre otros puntos.