Son bebés que nacen con algún tipo de patología en la estructura y el funcionamiento del corazón debido a una malformación del mismo órgano o de los vasos sanguíneos cercano
Son bebés que nacen con algún tipo de patología en la estructura y el funcionamiento del corazón debido a una malformación del mismo órgano o de los vasos sanguíneos cercanos
En nuestro país nacen 7000 niños y niñas anualmente con estas anomalías, de los cuales el 50% van a requerir cirugía durante el primer año de vida, de acuerdo a los datos publicados por el Ministerio de Salud de la Nación para el programa Nacional de Cardiopatías Congénitas. Los profesionales destacan que si son diagnosticadas precozmente, se pueden tratar y el porcentaje de éxito es superior al 90%.
“Es muy claro que cuanto más precoz es el diagnóstico, mejor podrá ser el enfoque, el tratamiento y por lo tanto los resultados y el pronóstico para el futuro de ese niño. En general las cardiopatías se diagnostican a través de una ecografía cardíaca, que ya se puede hacer al bebé estando en la panza de su mamá. Y éste es sin duda el mejor momento de diagnóstico”, explicó la doctora Cristina Cook, Jefa de Cardiología Pediátrica del Hospital Universitario Fundación Favaloro.
La experta recordó que las cardiopatías son problemas en la estructura y funcionamiento del corazón debido a un desarrollo anormal del órgano, y son congénitas porque ya están presentes al momento de nacer.
“Representan casi la mitad de todas las malformaciones fetales y, si bien no se conoce con certeza la causa que determina el desarrollo de la enfermedad, sí hay predisposición a que aparezca cuando existen asociaciones genéticas, como por ejemplo antecedentes familiares con cardiopatías”, agregó Cook.
Debido a su condición clínica, tienen mayor riesgo de sufrir otras complicaciones, como bronquiolitis o neumonía. Se trata de malformaciones del corazón producidas durante la vida fetal, consideradas el defecto congénito más común del mundo.
“Las cardiopatías congénitas son las malformaciones del corazón y de los grandes vasos. Éstas pueden ser de estructura y de función, y se desarrollan intraútero, es decir, que el niño las tiene al nacimiento. Algunas pueden ser malformaciones simples y otras muy complejas, requiriendo varias cirugías incluso dentro del primer año de vida” explicó la doctora Eugenia Olivetti, médica pediatra especialista en Cardiología Infantil del servicio de Cardiología del Hospital J.P. Garrahan y Coordinadora del Centro Coordinador de Cardiopatías Congénitas.
Y agregó: “Esta afección, que debilita el sistema cardiopulmonar de los bebés, los expone a contraer severas infecciones respiratorias por el virus sincicial respiratorio (VSR), virus influenza, neumococo, bordetella pertussis y otros agentes infecciosos que afectan a la población general y que se manifiestan a través de una neumonía o bronquiolitis. Es por eso que, los bebés o niños con problemas del corazón e infecciones respiratorias pueden requerir más internaciones que las habituales”.