El tomar decisiones es clave para llevar adelante tareas dentro de una empresa. Para ello los dueños, líderes, directivos o Ceos de las empresas o negocios son quienes tienen a su cargo dicha responsabilidad. Sin embargo, ¿cuáles son las características de estas personas? Según un estudio realizado por la Universidad Siglo 21, en Argentina, gran cantidad de ellos obra por intuición y con gran apetito de riesgo. Lo más grave, tal vez, es que más del 40% de los líderes o dueños de empresas no busca información en profundidad para llevar adelante un proyecto y por ende, no conoce las posibles consecuencias.
El informe se llevó a cabo evaluando a 800 líderes y arrojó resultados contundentes. Entre el 39 y el 44% de los consultados, se privilegia la intuición antes que el uso de metodologías racionales en la fase de exploración y análisis de opciones antes de decidir sobre temas estratégicos de su empresa. Esto demuestra que las ideas suelen ser espontáneas y en un principio, no se evalúan los posibles resultados.
Luego, en un número menor, a la hora de asegurar que funcionará su implementación, el 30% continúa sin utilizar el razonamiento y por ello no se puede fiar de lo que ocurra. Los líderes no buscan profundamente información que garantice esos resultados ni otras alternativas, tampoco que sus pares aprueben la idea.
El trabajo en equipo es fundamental para llevar adelante proyectos o tareas dentro de una empresa. Sin embargo, una vez que se tiene en mente una decisión, el líder no busca la aprobación en casi un 30% de los casos. Ni en quienes serán los encargados de ejecutarlo, ni en quienes sufran luego las consecuencias, positivas o negativas.
Ello está también relacionado con el tamaño de las empresas. A menor tamaño, cada objetivo propuesto impacta de distinta manera e incluso los líderes demuestran una “racionalidad procedural alta”, en comparación con el 48,6% de grandes empresas.
Si se tiene en cuenta dicha característica de «seguir la intuición», el informe explicó que la edad es un factor que influye y no de la manera prevista: «A mayor edad es mayor apetito de riesgo. Al realizar un corte por generaciones millennials (18 a 35 años), generación X (36 a 50 años) y babyboomers (mayores de 50 años) podemos observar que los millennials son los que menos apetencia al riesgo presentan».
Los datos arrojados por el informe indican que entre los menores de 35, sólo el 21,5% de anima a asumir riesgos. Mientras que dichos números aumentan cuando la edad es mayor hasta un 48%.
Análisis de los riesgos
La inteligencia de riesgo, definida por el informe, es: «La capacidad de tomar decisiones estratégicas a partir de un análisis de probabilidades de éxito y/o fracaso de una elección específica».
A la hora de llevarse a cabo un estudio de los posibles riesgos a la hora de tomar una decisión, los números resultan altos. En el estudio de la universidad, destacaron que ocurre de esta manera porque «a menor uso de herramientas, los análisis resultan objetivos».
Las personas en general no actúan «de manera inteligente al decidir: ya sea por sesgos, heurística, impulsividad, falsas creencias, errores cognitivos, entre otros». Por ello, el informe demostró que «en el ámbito de las decisiones
estratégicas, mejorar esta capacidad es de crucial importancia».
Al tomar el dato que el 50% de la muestra no usa herramientas, hay un margen importante para mejorar el uso de metodologías, técnicas probabilísticas, formatos de análisis y uso de datos para mejorar las decisiones estratégicas en los niveles directivos del país, lo cual debe mejorarse.