Una persona que empiece a fumar a los 12 años tiene más riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular y de mortalidad que una que lo haya hecho a partir de los 18. Así concluye un estudio liderado por científicos del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), médicos del Hospital del Mar y el CIBER de Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV). El estudio lo publica la revista Preventive Medicine.
El trabajo, liderado por Roberto Elosua y Jaume Marrugat, del IMIM, y Albert Clarà, del Hospital del Mar, ha seguido durante más de 7 años a un grupo de 4.499 personas adultas, con edades entre los 25 y los 79 años, del estudio REGICOR (Registre Gironí del Cor), fumadoras o que habían fumado (se repartían casi al 50 % entre los dos grupos). Se ha analizado si durante este período han desarrollado una enfermedad cardiovascular o han muerto por este u otro motivo.
Según los datos, durante este periodo murieron 361 personas y 210 presentaron una enfermedad cardiovascular, como un infarto de miocardio, angina de pecho o ictus cerebral.
Como destaca Elosua, último firmante del estudio, “por cada año de precocidad en el inicio del consumo de tabaco, el riesgo de mortalidad se incrementa un 4 %. Es decir, una persona adulta que empezó a fumar a los 12 años tiene un 4% más de posibilidades de morir en los próximos 7 años que una persona que empezó a fumar a los 13, y esta, un 4 % más de riesgo que otra que empezó a fumar a los 14”.
Albert Clarà explica que “este exceso de riesgo es especialmente importante en aquellas personas que empezaron a fumar antes de los 12 años, y afecta sobre todo al riesgo de presentar enfermedades cardiovasculares”. Los investigadores creen que el sistema cardiovascular es especialmente sensible a los efectos tóxicos del tabaco en estas edades.
Evitar el consumo de tabaco entre los más jóvenes
Los datos del estudio refuerzan el trabajo para evitar que los más jóvenes empiecen a fumar. Jaume Marrugat destaca “la importancia de seguir luchando contra el consumo de tabaco, especialmente a las edades tempranas de la vida”. De hecho, dos de cada tres fumadores en Europa se inician en el hábito antes de los 18 años, con una edad media de 16,6 años. En España, la edad media de inicio de consumo de tabaco es más baja, a los 14,6 años. Además, aproximadamente el 9 % de la población entre 14 y 18 años fuma.
Los fumadores tienen el doble de riesgo de enfermedad coronaria e ictus respecto a los no fumadores. Este riesgo es todavía más grande en los casos de ateroesclerosis en las piernas. También es un factor de riesgo en otras patologías, como la nefropatía, isquemia intestinal, disección aórtica y cáncer. Además, el inicio precoz del consumo de tabaco está asociado a desórdenes psiquiátricos, asma, cáncer de pulmón y otras enfermedades.
Fuente: El Espectador