Un niño de 11 años se robó todas las miradas en el programa de televisión estadounidense America’s Got Talent. Su talento deslumbró a los jueces y el público que una vez finalizado el show se enteraron de la increíble historia que había detrás de ese pequeño niño que toca maravillosamente el violín.
Tyler Butler-Figueroa comenzó a tocar el instrumento a los 7 años y medio porque era víctima de bullying en la escuela. El motivo por el que era acosado sorprendió a todos: «Porque tenía cáncer y casi me muero», contó el niño.
Entonces, la mamá recordó: «Un día fuimos a cenar y dije que algo no se veía bien en él. Estaba algo pálido. Así que mi instinto materno me hizo llevarlo a la sala de emergencias». Y siguió: «Dijeron que le tomarían pruebas de sangre y volverían. Cuando regresaron, los médicos dijeron que tenía cáncer. Fue el peor día de mi vida».
Tyler siguió con el relato: «Los médicos me trataron con quimioterapia. Cuando perdí el pelo estaba muy triste y me avergonzaba ir a la escuela. Se reían de mi porque era diferente. Esparcían rumores y decían que mi cáncer era contagioso. Entonces, todos querían alejarse».
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Al tiempo, el pequeño vio que se enseñaba violín en la escuela y no dudó en incursionar en la actividad. «Practicaba en mi habitación y cuanto más lo hacía, más mejoraba», aseguró Tyler. «Cuando empezó esa clase fue como un rayo de sol. Estaba lleno de energía, feliz. Sentía que había recuperado a mi hijo», dijo la mamá.
Entonces, el nene sostuvo: «Cuando toco el violín me olvido de todas las cosas malas. Dejé de ser el niño con cáncer. Ahora soy el niño que toca el violín».
Tyler consiguió el Golden Buzzer (timbre dorado) gracias a Simon Cowell que lo presionó y pasó así directamente a las rondas en vivo. Un ejemplo de superar obstáculos y progresar.