Emiratos Árabes Unidos bombardeó el sur de Yemen dejando 40 soldados muertos del ejercito yemení. EAU apoya a los separatistas en Abu Dabi
Una fuente del gobierno aseguró desde Riad, capital de Arabia Saudita, donde permanecen exiliados la mayoría de sus ministros, que los ataques aéreos en Adén y Zinyibar causaron además decenas de heridos en las filas gubernamentales.
La fuente, citada por la agencia de noticias EFE y que pidió el anonimato, detalló que aviones de EAU bombardearon posiciones de las tropas yemeníes en el área de Dofas, ubicada entre la capital de la provincia de Abian, Zinyibar, y Adén, sede provisional del gobierno del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, reconocido internacionalmente.
«Responsabilizamos a EAU de este ataque inmoral, que está fuera de la ley y de las normas internacionales» acusó la cancillería yemení en Twitter, donde también pidió a Riad que les ayude a parar esta «escalada militar ilegal«.
Las acciones se producen en medio de un tira y afloja entre las fuerzas gubernamentales y los separatistas sureños, después de que éstos últimos tomasen el pasado 10 de agosto las instituciones oficiales en Adén, en lo que el Ejecutivo calificó de «golpe de Estado«.
Las fuerzas del Consejo Transicional Sureño (CTS) se retiraron posteriormente de algunos edificios gubernamentales, pero al mismo tiempo trataron de expandir su control a las provincias de Abian y Shabua, al este de Adén.
Ayer, después de días de avances y retrocesos, e informaciones contradictorias, el Gobierno yemení aseguró que «el Estado ha regresado a la ciudad de Adén» tras restablecer su autoridad en la urbe y recuperar el control del palacio presidencial y otras áreas, además del aeropuerto.
Poco antes, las tropas gubernamentales arrebataron a los separatistas el control de Zinyibar, capital de la provincia sureña de Abian, a 60 kilómetros al este de Adén.
Los secesionistas reivindican la independencia del sur del Yemen, anexionado por el norte en 1990, y en los pasados años han contado con el apoyo y entrenamiento militar de Abu Dabi para crear sus propias fuerzas englobas en el llamado cinturón de seguridad.