Info General

Embajadora de Israel: «Todos queremos tener a alguien preso por el mal que hizo»


Asimismo, Galit Ronen exhortó a "no bajar la guardia en ningún lugar del mundo" ante el terrorismo internacional

La embajadora de Israel en la Argentina, Galit Ronen, reclamó «justicia» por el atentado a la sede diplomática de ese país en Buenos Aires destruida por un atentado en 1992 porque «todos queremos tener a alguien preso por el mal que hizo» y exhortó a «no bajar la guardia en ningún lugar del mundo» ante el terrorismo internacional.

En una entrevista con Télam por el 30º aniversario del atentado que -según la investigación de la Corte Suprema argentina- perpetró la organización chiita Hezbollah, Ronen también dijo que la Argentina debe insistir para que los acusados por ese ataque, igual que los de la mutual judía AMIA, con órdenes de captura de la justicia local y circulares rojas de Interpol, sean detenidos cuando salgan de sus países.

Ronen recordó además que apenas presentó sus cartas credenciales realizó su primer acto como embajadora en la plaza seca de Arroyo y Suipacha de esta capital, donde estaba la embajada, lugar en el cual ahora hay varias instalaciones conmemorativas y se plantaron 22 árboles en memoria de las víctimas identificadas, aunque en rigor fueron 29 las personas muertas.

-Télam: ¿Cuál es su recuerdo, su primera impresión acerca de aquel atentado?

-Ronen: Lo que nos separa a mí, a vos, a cualquiera de nosotros de las ruinas que están abajo son estos treinta años. Acá había un lugar de vida. Ahora puede verse también ese lugar de vida, como entonces, donde hay un café, una iglesia, un hogar de ancianos. La víctima pudo haber sido cualquiera: un taxista, el padre de la iglesia, yo, vos… Es muy chocante, pasó aquí mismo, donde estamos parados.

-T: Aún hoy se discute contra quién fue el atentado. ¿Cuál es su definición al respecto?

-R: Son círculos que van agrandándose. Primero, contra la Argentina y el Estado de Israel, porque la embajada de Israel está en suelo argentino. Pero también es contra la humanidad. El terrorismo es una herramienta que se usa contra la humanidad. Pasó aquí y tiene nombre y apellido: el nombre es Irán y el apellido es Hezbollah.

-T: ¿Puede decirse que en realidad los ataques a la embajada y a la AMIA fueron un atentado en dos capítulos, no solo por el poco tiempo de separación entre uno y otro, sino por sus protagonistas?

-R: Están vinculados por quien los hizo, quien los pensó, quien los imaginó, y por el odio que tienen estas personas contra los seres humanos, que tienen otra nación y otra religión.

-T: ¿Pero es odio religioso solamente?

-R: Irán dice a plena luz del día que quiere destruir al Estado de Israel, que Israel no tiene derechos a existir. No esconde sus intenciones lamentablemente, y nosotros lo tomamos en serio. Cada vez que Irán tiene oportunidad de actuar contra los israelíes y los judíos lo hace. Lo vimos acá, lo vimos en Bulgaria y en tantos otros lugares del mundo. Lo que hacemos nosotros es prevenir eso, y para ello también es importante educar a la gente para que no haya ese odio. Lamentablemente ninguno de nosotros puede ir a Irán para decirles que no tienen que odiar.

-T: En estos tiempos de globalización y multilateralismo no hay límites ni fronteras para muchas cuestiones. Pero ¿se le puede poner límites al flagelo común del terrorismo internacional?

-R: Sabemos muy bien que el terrorismo está involucrado en otros temas como el narcotráfico, todo está globalizado, y lamentablemente también el terrorismo. No hay forma de limitarlo, que quede dentro de un lugar. Tenemos que protegernos a nosotros mismos. Es como la pandemia reciente, no hay un límite en la globalización, no hay fronteras en ese sentido.

-T: ¿Está conforme con el avance de la causa donde se investiga el atentado a la embajada?

-R: Lo que todos queremos es tener a alguien preso, a alguien del cual pudiéramos decir ‘este hombre está pagando por el mal que hizo’. Pero lamentablemente no lo tenemos. Del lado de Israel tratamos de ayudar, de dar todo. Quien dijo que es Hezbollah es la Corte Suprema y Argentina puso a Hezbollah en la lista de terrorismo, en el Repet (Registro Público de Personas y Entidades vinculadas a actos de Terrorismo y su Financiamiento). Entonces todavía está la esperanza de la justicia y sabemos que la esperanza es lo último que se pierde. Ojalá que haya justicia en algún momento.

-T: En ese sentido hay circulares rojas de Interpol contra acusados, pero hay países que no han concretado las detenciones…

-R: Nosotros colaboramos, pero los países son independientes y no podemos ir y arrestarlos. El país (que corresponda) tiene que llevarlo a cabo. Lamentablemente no se ha hecho hasta ahora; insisto, es responsabilidad, es el deber de los países. Si un país está en el sistema de Interpol, debe cumplir y detener a la persona que asesinó a alguien. Entonces Argentina debe esperar lo mismo de otros países y tiene que insistir.

-T: ¿Estas circunstancias empañan de alguna manera las relaciones con la Argentina?

-R: Las relaciones de Israel con la Argentina son de muchos años, son muy estrechas, tenemos aquí una colectividad, la quinta más grande del mundo; un porcentaje de la población de Israel es argentina; el viceprimer ministro (Gideon Sa’ar) que vendrá para el acto del 30º aniversario del atentado tiene padre argentino. En fin, este atentado nos une a nivel de dolor, un nivel tan profundo que no hay palabras. Un atentado en el que murieron tanto argentinos como israelíes, italianos, bolivianos, paraguayos, uruguayos. El destino nos pone juntos, tenemos un destino común, aunque tengamos altibajos como en cualquier relación.

-T. Hay ocasiones en la que ocurren hechos que opacan a otros, como la actual situación de Ucrania y Rusia, o momentos en el que terrorismo internacional parece replegarse. ¿Cómo hay que actuar en estas circunstancias?

-R: Cuando tiene oportunidad el terrorismo la usa y actúa. Muchos se preguntan por qué lo hizo en la Argentina dos veces. Lo hizo porque puede y se puede. Cuando el terrorismo ve que se puede atacar, cuando el mundo mira a otro lado, no hay duda de que lo hace. Nunca debemos dejar de protegernos, porque los terroristas son oportunistas. Por eso no hay que bajar la guardia en ningún lugar del mundo.

(Por Luis Tarullo – Télam)