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Elon Musk prestó 6,7 millones de dólares a una pareja para comprar una de sus casas. Ahora se han convertido en sus okupas


n 2013, y pese a su desapego con las propiedades inmobiliarias, Elon Musk compró la antigua mansión del popular actor y cómico Gene Wilder

Hace una hora

Esta es una de esas cosas que solo te pueden suceder si eres tan rico como Elon Musk y ves el mundo como lo ve Elon Musk. La coletilla de “en su cabeza sonaba genial” se queda corta.

Una casa con más sentimientos que valor. En 2013, y pese a su desapego con las propiedades inmobiliarias, Elon Musk compró la antigua mansión del popular actor y cómico Gene Wilder. Se trataba de una propiedad situada en Los Ángeles, en la exclusiva zona del Bel-Air Country Club.

La casa, que se encontraba justo enfrente de la mansión que Elon Musk tenía por aquel entonces en Los Ángeles, había sido el hogar de Wilder desde finales de los 70. En 2013, un fideicomiso vinculado a Musk compró la propiedad. El CEO de Tesla pagó 6,75 millones de dólares por la casa, pero su interés por la mansión no estaba relacionado con su valor inmobiliario, sino por mantener el legado del actor y las piezas personales que decoraban sus paredes.

Una venta con condiciones. Siete años después de la compra, en 2020, Musk decidió poner la casa a la venta por un precio de 9,5 millones de dólares. Sin embargo, lo hizo bajo una condición particular: el comprador debía comprometerse a mantener la casa como estaba, en lugar de demolerla o cambiarla radicalmente.

Todo queda en familia. Jordan Walker-Pearlman, sobrino de Gene Wilder, y su esposa, Elizabeth Hunter, mostraron interés por la casa, pero el alto precio quedaba lejos del presupuesto de la pareja. Walker-Pearlman había pasado gran parte de su infancia en ella, por lo que le unía un fuerte vínculo personal con esas paredes.

Dado que la pareja parecía cumplir con la condición de respetar el legado de Wilder, Musk accedió a rebajar el precio de la mansión a 7 millones de dólares y acordó financiar la compra. Sin embargo, y aquí viene lo más curioso de la historia, sería él mismo quien prestara a la pareja alrededor de 6,7 millones de dólares para que pudieran comprar la casa que él les vendía.

Llegaron los impagos. Cuatro años después de la compra de la mansión, The Wall Street Journal publicaba que una sociedad vinculada a Musk ha presentado un aviso de incumplimiento de pago de ese préstamo y se va a proceder a la ejecución hipotecaria de la mansión.

Según el medio estadounidense, Walker-Pearlman y su esposa se han estado retrasando en el pago del préstamo de Elon Musk, tras sufrir dificultades financieras tras la huelga de guionistas de Hollywood en 2023. Aunque el aviso de incumplimiento técnicamente permitía forzar la venta de la casa en un plazo de 90 días, Walker-Pearlman y su esposa continúan viviendo en la propiedad.

Venta “exprés” para saldar la deuda. Los términos legales permiten a los propietarios la venta forzada de la propiedad para saldar la deuda. Por ello, Walker-Pearlman y su esposa decidieron poner la casa a la venta voluntariamente por un precio de 12,95 millones de dólares, según publicaba el medio especializado Mansion Global, duplicando así el beneficio de la propiedad en solo cuatro años.

Lo que no ha trascendido es si la pareja mantendrá la condición de preservar el legado de Gene Wilder para el nuevo propietario, o la necesidad de venderla para cubrir la deuda tendrá prioridad.

Agradecidos a Musk. Pese a la desagradable situación de impago en la que ha derivado, Walker-Pearlman mantiene una actitud positiva hacia Musk y su voluntad por preservar el legado de su tío.

En declaraciones al Wall Street Journal, el propietario expresó que no siente que haya ninguna tragedia en la situación. Reconoce que «Elon nos dio una oportunidad mágica. No tengo ninguna queja. Ya no quería seguir debiéndole moralmente a Elon. Ya tenemos una deuda espiritual con él», aseguraba el sobrino de Wilder al WSJ.