A pesar del cruce, la dirigente de Juntos por el Cambio calificó al Papa como "un pastor" que “en el fondo, está volviendo a la buena línea”
Tras los dichos del Papa Francisco en la 57° edición del Coloquio de IDEA, en el que sostuvo que «no se puede vivir de subsidios», la líder de la Coalición Cívica-ARI, Elisa “Lilita” Carrió, salió a su cruce.
“No se puede vivir de subsidios, porque el gran objetivo es brindar fuentes de trabajo diversificadas que permitan a todos construir el futuro con el esfuerzo y el ingenio”, manifestó el Sumo Pontífice de cara al empresariado a través de un mensaje grabado. Días después, en declaraciones televisivas, Carrió ironizó: “Dice que los subsidios no sustituyen al trabajo, ¡pero qué noticia!”.
La referente de Juntos por el Cambio le reprochó a Francisco no haber contado con el apoyo de la Iglesia ante propuestas políticas de la tónica de su expresión. «¿Por qué no me apoyaron en su momento cuando dije de la Universal?», declaró la exdiputada y aseguró que, en ese entonces, el titular de la Pastoral Social, Jorge Casaretto, le manifestó que ella tenía “un problema de protagonismo personal”.
Para Carrió no se trata de un problema de protagonismo sino de “la diferencia entre que un pobre llegue a la clase media y sea libre, o que un pobre sea esclavo de un Gobierno de turno”. “La verdad es que el cristianismo quiere que los pobres tengan prosperidad y no sean esclavos de nadie”, afirmó.
A pesar de la tensa relación con el Sumo Pontífice, la dirigente de Juntos por el Cambio calificó a Francisco como “un pastor” que “en el fondo, está volviendo a la buena línea”. “Se dio cuenta que lo importante es el trabajo, que hay muchos dirigentes del PJ que son mafiosos, de muchas cosas que me decía hace 15 años”, manifestó y destacó: “Es un pastor, y los pastores se equivocan y se pueden corregir”.
De cara a lo que viene, la exdiputada aseguró que restan dos años «muy difíciles desde lo económico. «Lo dicen los economistas y uno lo percibe. Incluso la gente más humilde sabe que le dan 10 mil pesos y no puede comer un asado con la familia en el Día de la Madre», ejemplificó, y aclaró: «Este regalo de plata genera una inflación. La mayoría de los argentinos estamos endeudados, no tenemos reservas en dólares. ¿Qué va a pasar cuando venga la devaluación? Los sueldos de todos van a valer dos pesos».
Dura contra Sergio Massa
La dirigente de la oposición apuntó también contra el actual presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, ante un potencial acercamiento entre las fuerzas del recinto tras las generales de noviembre. «Lo que dice Massa es ‘guarda que no junte todos los otros votos y reparta todas las comisiones’. Es una trampa a la que nos tiene acostumbrados un mentiroso consecuente como Massa, que lo avala el establishment», señaló.
«¿Cómo pueden avalar a un mitómano? Es una pregunta que hago como ciudadana. ¿Cómo se pueden sentar con alguien donde todos sus íntimos amigos están en bandas de narcotráfico o encubriendo el crimen del Unicenter?», manifestó Carrió y agregó: «El caso de Massa se va a tener que discutir. Primero, que el presidente de la Cámara no tiene por qué lograr los acuerdos, que se logran entre los presidente de los bloques. Y esto de blanquearlo a Massa me parece atroz».
Por último, la líder de la Coalición Cívica-ARI deslizó un mensaje de cara a los propios: «Si algunos son amigos de Massa, les pregunto si tienen moral. Si no, lo invito al «gordo valor» a mi casa y digo que es mi amigo de toda la vida».