Afganistán concluyó este domingo su segunda jornada de elecciones parlamentarias marcadas por la violencia, con al menos 39 muertos y casi 200 heridos, y problemas de organización que les impidieron votar a muchos ciudadanos.
Al menos 11 civiles, entre ellos seis niños, murieron cuando una bomba estalló al paso de un minibús en el distrito de Atchin, en la provincia de Nangarhar, este del país.
Otras 28 personas murieron durante el fin de semana en ataques talibanes dirigidos contra los centros de votación, entre ellos 11 miembros de las fuerzas de seguridad, indicó el ministro afgano de Interior, Wais Barmak. Además resultaron heridas 192 personas.
En la provincia de Balj cuatro observadores electorales de un candidato parlamentario murieron a manos de los talibanes, según un portavoz del Gobierno, aunque éstos niegan su implicación en los hechos.
El caos organizativo del sábado continuó: de los 401 locales electorales que estaba previsto habilitar, 148 tuvieron que permanecer cerrados por problemas de seguridad, dijo a la agencia DPA Shaima Suruz, una portavoz de la Comisión Electoral Independiente (IEC).
La IEC había alargado el horario de votación dos horas, hasta las 18:00 locales (10:30 de Argentina( para que la gente pudiera completar las papeletas y prometió que el personal permanecería en sus puestos hasta que la última persona hubiera depositado su voto.
El sábado votaron en total más de tres millones de personas en 32 provincias, informó en una rueda de prensa el director de la Comisión Electoral, Abdul Baddi Sayad. Unos 8,8 millones de afganos se habían registrado para estas elecciones, de acuerdo con las estadísticas de la Comisión Electoral.
Sayad admitió la negligencia de su propio personal y añadió que las personas contratadas para el proceso en algunas provincias no acudieron a los locales intimidados por las amenazas de los talibanes, que días antes habían llamado a boicotear el comicio cita y anunciado que consumarían acciones violentas.
Más de 2.500 candidatos, entre ellos unas 400 mujeres, se disputan los 250 escaños del «Wolesi Jirga» (Casa del Pueblo).
Las elecciones llegan con un retraso de tres años, después de que tuvieran que ser aplazadas una y otra vez debido a la reforma del derecho electoral. Los resultados no se conocerán hasta noviembre, agregó DPA.