El conservador Feijóo revalida su mayoría absoluta en Galicia y Urkullu amplía su victoria en el País Vasco
El conservador Alberto Núñez Feijóo consiguió hoy su cuarta mayoría absoluta en Galicia, mientras el nacionalista Iñigo Urkullu se impuso con un resultado más amplio que hace cuatro años y podrá volver a gobernar en el País Vasco con los socialistas.
Las primeras elecciones celebradas en España desde la irrupción del coronavirus no pasaron factura a las fuerzas políticas hegemónicas en Galicia y el País Vasco, por el contrario, los presidentes de ambas regiones salieron reforzados.
Núñez Feijóo revalida su mayoría absoluta con un 48% de los votos y 42 diputados, uno más que en 2016, escrutado más del 85% de los votos.
Con su carta victoria consecutiva, el líder gallego, eterno aspirante a liderar El Partido Popular (PP) actualmente en bajo la dirección de Pablo Casado, logró igualar al caudillo conservador Manuel Fraga, quien gobernó en Galicia entre 1990 y 2005.
En el País Vasco, en tanto, Urkullu se impuso con el 39% de los votos y 31 escaños, reforzando la hegemonía política del Partido Nacionalista Vasco (PNV), contabilizados más del 95% de los votos.
Sus actuales socios de gobierno, los socialistas mejoraron sus resultados, con 10 diputados, con lo que tiene la llave para volver a formar gobierno.
En clave nacional, el Partido Socialista (PSOE) del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, sale intacto en Galicia en términos de números de diputados y gana algo de terreno en el País Vasco.
En cambio, su socio en el Ejecutivo de Madrid, la fuerza de izquierda Unidas Podemos (UP), del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, sufre un duro golpe en Galicia, al quedar fuera del Parlamento regional, al pasar de un 19% -y 14 diputados- a 3,8% de los votos.
Asimismo, en el País Vasco, Unidas Podemos cae de 11 a 5 escaños.
Tampoco obtiene buenos resultados en tierras vascas el PP, que se presentó en alianza con los liberales de Ciudadanos y cayó de 9 a 6 diputados.
Por su parte, los ultraderechistas de Vox logran entrar por primera vez en el Parlamento vasco.
En tanto, la sorpresa en Galicia la dio el Bloque Nacionalista Galego (BNG) liderado por Ana Pontón, al convertirse en segunda fuerza pasando de 6 a 19 diputados, por delante de los socialistas y a la candidatura de izquierda formada por Podemos-EU-Anova.
Galicia y el País Vasco vivieron una votaciones atípicas marcadas por la crisis del coronavirus, que llevó a los gobiernos regionales a tomar la polémica decisión de prohibir que voten más de 450 personas infectadas por brotes activos en ambas regiones.
Los gallegos y vascos acudieron a votar con barbijos y muchos ya con sus sobres con la boleta de su partido en las manos.
Desde primera hora de la mañana se registraron colas en los centros de votación, siendo la participación electoral la principal incógnita, debido al temor a que los brotes de coronavirus desmovilizaran al electorado.
No fue así en Galicia, donde la participación fue de un 58%, cinco puntos menos que en 2006. En el País Vasco, el efecto del coronavirus hizo más mella incluso, ya que votó apenas un 52% del electorado, siete puntos menos que hace cuatro años.