El candidato demócrata a la Casa Blanca criticó al actual mandatario y adversario en los comicios por la separación de padres e hijos inmigrantes
El aspirante demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, criticó hoy al presidente estadounidense y su actual adversario, Donald Trump, por la separación de padres e hijos inmigrantes en la frontera y prometió que presentará «desde el primer día» de su Gobierno un proyecto de ley para convertir en ciudadanos a 11 millones de personas indocumentadas que viven en Estados Unidos.
A sólo 13 días de las elecciones, la tensión y la expectativa no paran de crecer en el país, especialmente porque ya votaron de manera anticipada más de 35 millones de personas, una cifra récord que sin dudas afectará el resultado final. Hace cuatro años, 137,5 millones de estadounidenses votaron en las presidenciales y este año casi 240 millones que están en condiciones para sufragar.
«Cada día parece que descubrimos nuevos horrores cometidos por el presidente Trump y su administración contra nuestros valores más arraigados en la búsqueda de su extrema agenda antiinmigrante», expresó Biden a través de un comunicado publicado en español, en su página web oficial.
Según el candidato a presidente por el Partido Demócrata, de los miles de niños que Trump «separó a la fuerza de sus padres como parte de su cruel política de ‘cero tolerancia’, 545 niños siguen separados de sus padres años después».
«Al parecer, en muchos casos esos padres fueron deportados sin sus hijos, y no han sido encontrados. Es una infamia, una falla moral y una mancha a nuestro carácter nacional», enfatizó Biden.
A contramano de la política antiinmigratoria que caracterizó a Trump durante su Gobierno, su rival aseguró que «desde el primer día» de su Gobierno enviará al Congreso un proyecto de ley que «delineara una ruta hacia la ciudadanía para las 11 millones de personas indocumentadas» que viven en Estados Unidos.
«Las familias deben estar juntas. Ese es el núcleo de mi política de inmigración», afirmó Biden y añadió que su Gobierno tratará a los solicitantes de asilo con dignidad y se asegurará de que reciban «la justa audiencia legal a la que tienen derecho».