Estarán disponibles cerca de las 19 y marcarán el futuro de cada uno y el de los más de 210 millones de habitantes de Brasil
Luiz Inácio Lula Da Silva y Javier Messias Bolsonaro cumplieron este domingo con el ritual del voto y ahora aguardan con fuerte expectativa que cierren los comicios para tener los primeros resultados oficiales.
Esos guarismos, que estarán disponibles aproximadamente a las 19, marcarán el futuro de cada uno y el futuro de los más de 210 millones de habitantes del gigante Brasil.
Los casillas de votación abrieron puntuales a las 9:00 y estarán abiertas hasta las 17:00, cuando empezarán a cargarse los datos de las urnas electrónicas.
El líder del Partido de los Trabajadores (PT) y favorito en las encuestas emitió su voto en la localidad paulista de San Bernardo, un lugar especial para él, ya que ahí inició su carrera política.
Muy emocionado, expectante y acompañado por su esposa Rosângela da Silva, «Janja», Lula afirmó que tiene las mejores perspectivas para este domingo y confía en quedarse con la victoria.
«El país necesita recuperar el derecho de ser feliz. Queremos un país que viva en paz, con esperanza y que crea en el futuro», afirmó el dos veces presidente de Brasil.
Lula votó 9.15, poco después de que abrieran los colegios electorales, en medio de una marea de periodistas y fotógrafos, mezclados con militantes, que quisieron acompañarlo a cumplir con su sufragio.
Tras marcar el número 13 que identifica a su lista en las máquinas del sufragio electrónico, Lula besó varias veces el comprobante que le dieron de la Justicia Electoral.
«En 2018 no pude votar porque estaba preso, víctima de una mentira, y cuatro años después estoy votando con reconocimiento de mi total libertad y la posibilidad de volver a ser presidente de este país y que vuelva a la normalidad», subrayó el ex mandatario, que estuvo preso 580 días por dos condenas de corrupción que luego fueron anuladas por el Tribunal Suprema.
El búnker de Lula está montado en el hotel Novotel Jaraguá, en el centro de San Pablo, donde aguardará los resultados y, si se confirma lo que dicen las encuestas, prometió celebración sobre la tradicional Avenida Paulista.
Bolsonaro, por su parte, cumplió con su voto en la ciudad de Río de Janeiro, enfundado en una camiseta de Brasil y acompañado por su familia y círculo íntimo.
Llegó a Vila Militar, en la zona oeste de Río, lugar diez minutos antes de la apertura, votó en 20 segundos, saludó a las autoridades y rápidamente se retiró: «Hay que respetar las elecciones limpias».
«Y… elecciones limpias, no hay problema. Que gane el mejor», señaló al retirarse del lugar, luego de haber agitado el fantasma del fraude semanas atrás, lo que encendió las alarmas en el entorno de Lula y en la comunidad internacional.
Y agregó: «En estos 45 días, fui a prácticamente todos los estados de Brasil. Ayer en Joinville, algo nunca visto en Brasil.
Tanta gente en la calle apoyándonos. Lamentablemente no lo vi en la prensa. Pero está bien, es parte de la regla del juego, lo que cuenta es la gente de datos».
Bolsonaro esperará los resultados de las elecciones en Brasilia.