Las autoridades de Bolivia acusaron este lunes a la oposición de intentar boicotear las elecciones generales de octubre próximo, ante el anuncio de la oposición de una marcha hacia el Tribunal Supremo Electoral (TSE) para esta jornada, para exigir la renuncia de los vocales del órgano electoral por considerar que favorecen al presidente Evo Morales.
«Como gobierno rechazamos de manera categórica los intentos de desestabilización y boicot a las elecciones generales que están promoviendo algunos comités cívicos y algunos partidos de oposición», expresó el ministro de Comunicación, Manuel Canelas, en una conferencia de prensa en La Paz.
Cívicos y políticos de oposición aglutinados en la Coordinadora Nacional de la Democracia (Conade) anunciaron para esta jornada una marcha desde la ciudad de el Alto, vecina a La Paz, donde se halla la sede del máximo tribunal electoral.
En ese sentido, Canelas señaló que las movilizaciones convocadas por organizaciones cívicas contrarias a la reelección del presidente son un «intento renovado» de un boicot y que la oposición busca «una coartada para explicar su incapacidad política».
«Esa coartada es muy riesgosa porque va a atentar contra la institucionalidad electoral y debilitar de esa manera la democracia», indicó el ministro boliviano, citado por la agencia de noticias EFE.
Oposición y su jornada de auto boicot:Hablan de democracia pero no pueden ejercerla por mezquindades entre ellos, presionan al OEP para amedrentarle, al viejo estilo prepotente. Si no confiaban en proceso eleccionario ¿como se inscribieron? Vamos a elecciones y que gane el mejor!
— Susana Rivero Guzman (@susanariverog) June 10, 2019
Canelas recordó que una movilización similar en diciembre pasado en la ciudad oriental de Santa Cruz derivó en la quema de las instalaciones del Tribunal Departamental Electoral.
Según el titular de Comunicación, en aquella marcha en Santa Cruz participaron personas «estrechamente vinculadas» con el ex vicepresidente Víctor Hugo Cárdenas y el senador opositor Óscar Ortiz, ambos candidatos en las elecciones presidenciales del próximo 20 de octubre.
«Buscan promover la desestabilización y violencia en instituciones electorales que son las encargadas de llevar adelante de la mejor manera posible las elecciones», subrayó Canelas.
Y destacó que actores «con pocos intereses propios» como el secretario general de la OEA, Luis Almagro, «rescatan el trabajo» que hace el órgano electoral boliviano.
Almagro desató una polémica al afirmar en una visita a Bolivia en mayo pasado que «sería absolutamente discriminatorio» que Morales no pudiera presentarse a los comicios.
Canelas sostuvo que «es imposible» que se cambie a los vocales electorales e insistió en que ese pedido pretende poner en riesgo el desenvolvimiento de los próximos comicios.
La oposición boliviana critican e forma reiterada al órgano electoral, al que acusan de actuar en función de los intereses de Movimiento al Socialismo (MAS) el partido de Morales, algo que han negado ese organismo y el oficialismo.
Estos sectores también critican que el órgano electoral haya habilitado como candidatos a Morales y al vicepresidente del país, Álvaro García Linera, pese a que un referéndum en 2016 les negó la posibilidad de volver a postularse.
Pese al referéndum, el Tribunal Constitucional de Bolivia reconoció en 2017 el derecho a la reelección indefinida y en 2018 el órgano electoral habilitó la candidatura de Morales basándose este fallo.
En las próximas elecciones, Morales buscará su cuarto mandato consecutivo hasta 2025, cuando Bolivia conmemorará el bicentenario de su independencia.
El mandatario se enfrenta a ocho candidaturas opositoras, incluidos Cárdenas, Ortiz y el expresidente boliviano Carlos Mesa, el mejor situado en las encuestas para hacerle frente.