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El zurdazo de Rivarola: la historia de un gol que marcó a una generación entera

 

Desde la noche del 29 de agosto del 2005 algo cambió. El momento en que el empeine izquierdo de Germán Rivarola impactó la pelota que venció a Justo Villar, pasará a formar parte del cuerpo y de la vida del lateral izquierdo desde mismo instante. El grito de la gente ya está grabado en la memoria. Claro que el festejo estuvo a tono, cuando con sus manos se tomó la camiseta y la tiró hacia abajo, o cuando segundos después comenzó a zamarrear un cartel de publicidad, mirándoles las caras a los hinchas mientras se abrazaban unos a otros. Todo pintaba el cuadro perfecto para una jornada histórica: Central eliminaba a Newell’s de la Copa Sudamericana.

El presente hoy lo encuentra alejado de Central, un mundo en el que estuvo inmerso desde los 13 años. Sin embargo, y esto no es novedad, cada vez que se acerca un clásico rosarino su teléfono suena y su nombre vuelve a aparecer en los medios. Es que lo que hizo no fue poca cosa, sino que se enmarca dentro de los hitos más importantes que rodean al derby local: nada menos que la definición de una serie eliminatoria en una copa internacional.

Los hinchas, conscientes del efecto, bautizaron la jugada como el “Pirulazo”, un nombre que desde hace rato tiene vida propia y una jugada que es recordada permanentemente, en cada partido lugareño o en cada aniversario de aquella larga noche de fines de agosto.

“Es una cosa muy linda. A medida de que va pasando el tiempo esa jugada se recuerda más y más”, sentenció Rivarola, una charla que mantuvo con CLG.

“Todo se sigue sintiendo igual, de la misma forma. El hecho de que permanentemente me lo hagan recordar cuando me ven por la calle o cada vez que llega el 29 de agosto, hace que todas esas sensaciones se mantengan y estén presentes”, deslizó.

Se moría el primer tiempo y Pirulo capturó un desvío de Marco Ruben, que logró conectar con lo justo un centro que partió desde Paulo Ferrari. Rivarola debió estirarse y con su botín izquierdo venció la resistencia de Justo Villar, uno de los puntos más altos de aquel Newell’s.

El alocado festejo es una clara radiografía de lo que significó ese gol. De cara a la gente, con sus compañeros colgados de él, mientras se aferraba a un cartel de publicidad para descargar todos los nervios, la previa y el durante de un partido de tamaña importancia.

“Los clásicos siempre son partidos especiales. Son esos que esperás todo el año para poder jugarlos, desde que estás en inferiores. Es hermoso”, dijo en referencia a qué significa para él el duelo lugareño ante Newell’s.

Cómo llega el equipo

Invicto en la Superliga y necesitado por los promedios, el conjunto de Diego Cocca llega al clásico con una suerte de obligación de quedarse con los tres puntos, siendo local y buscando engrosar el colchón de puntos.

“Veo que el equipo está ordenado, aunque sigue en un proceso de formación. Me parece que tiene jugadores para jugar un poco mejor todavía, pero será cuestión de liberarse un poco del tema de los puntos y del promedio para salir de abajo. Eso los va a favorecer”, argumentó.

La experiencia con Ferrari y la polémica salida

Tan sólo 20 fueron los días en los que Paulo Ferrari y su cuerpo técnico, integrado por Germán Rivarola, estuvieron a cargo del primer equipo de Central. Copa Argentina, Copa Libertadores y Superliga. Ese elenco disputó todas esas competencias y los resultados no ayudaron. Como consecuencia, la comisión directiva resolvió la salida del entrenador.

Al respecto, Rivarola lanzó: “Era un momento complicado porque empezaron a presionar los promedios. Nosotros caímos en la bolsa, por decirlo de alguna manera. Se venía desde hacía tiempo sin resultados y nos cortaron la cabeza a nosotros, que hacía 20 días que estábamos trabajando”.

“En ese tiempo es imposible hacer grandes cambios a estos niveles. Da mucha bronca por el hecho de que no te pueden respetar un proceso ni un proyecto”, enfatizó Pirulo.

Por último, y consultado sobre si en algún momento le gustaría regresar a Central, remarcó: “Por supuesto que sí. Central es mi segunda casa. Siempre estuve vinculado al club y eso me gusta. Ahora que no lo estoy, me siento muy raro. Pero obviamente en algún momento quiero regresar”.