El Vaticano criticó hoy la «precariedad» laboral en el mundo del turismo y lamentó que varios trabajadores del sector reciban «retribuciones no justas» y sean sometidos a «un alto riesgo de estrés y una competitividad agresiva».
«A día de hoy, no son pocas las problemáticas ligadas al trabajo en el sector del turismo, que se divide en profesionalismo variado y tareas específicas», planteó el cardenal Peter Turkson, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral creado por el papa Francisco en 2017.
«Asesores de viajes y guías turísticos, chef, sommelier y camareros, asistentes de vuelo, animadores, expertos de marketing turístico y redes sociales: muchos trabajan en condiciones de precariedad y a veces de ilegalidad», lamentó el purpurado ghanés que guía el denominado «ministerio de Desarrollo Social» del Papa.
Según el mensaje divulgado por la Santa Sede en ocasión de la Jornada Mundial del Turismo que se celebrará el 27 de septiembre, los trabajadores del sector reciben «retribuciones no justas, obligados a un trabajo cansador, a menudo lejos de sus familias, con alto riesgo de estrés y sometido a las reglas de una competitividad agresiva».
En ese marco, Turkson hizo hincapié en la indignación vaticana por «la explotación del trabajo en los países pobres pero con alta vocación turística en virtud de su rico patrimonio ambiental e histórico-cultural».
En ese marco, criticó que «raramente los pueblos locales» reciben los beneficios de ese turismo.
«Son inaceptables los actos de violencia contra las poblaciones que acogen, las ofensas de sus identidades culturales, y todas las actividades que causan el degrado y la explotación voraz del ambiente», agregó el purpurado.