Se dio a conocer una guía en la que se plantean los orígenes de esta situación
El Vaticano denunció este martes la responsabilidad de «multinacionales y milicias privadas» entre las causas de los desplazamientos forzados de millones de personas en todo el mundo.
El Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, a través de la sección para migrantes y refugiados que conduce el cardenal Michael Czerny, dio a conocer una guía con «Orientaciones pastorales sobre los desplazados internos», en la que plantea los orígenes de una situación que afecta a más de 40 millones de personas en el mundo.
En la guía, el organismo considera «oportuno» señalar como protagonistas de estos hechos a «los gobiernos y las entidades del sector privado, incluidas las milicias privadas, los grupos extremistas y multinacionales, a veces son responsables de la adquisición planificada o arbitraria de ciertos territorios».
«El objetivo es a menudo la construcción de infraestructura u otros proyectos inmobiliarios, pero también la minería, el cultivo intensivo y la apropiación de tierras. La expropiación podría ocurrir sin una consulta adecuada y una compensación justa de las comunidades afectadas o sin prever el reasentamiento y rehabilitación, creando así desplazamiento interno», plantea el documento.
Según las cifras citadas por la guía, a fines de 2018 había 41.3 millones de personas en todo el mundo víctimas de desplazamientos internos, el número más alto de la historia. El documento, publicado este martes, plantea además una autocrítica por la acción de la Iglesia en la gestión de conflictos étnicos y tribales en los años recientes.
«Conflictos étnicos y tribales pueden ser la causa de desplazamientos internos y la Iglesia no siempre operó de manera proactiva para la resolución de los mismos, denunciando las injusticias y promoviendo paz y reconciliación»reconoce el documento de 122 puntos colmado de citas del papa Francisco.
Ya en 2017, el propio Pontífice había ensayado un mea culpa en nombre de la Iglesia católica por el rol que cumplió durante el genocidio en Ruanda, que dejó unos 800.000 muertos a raíz de las matanzas de la minoría tutsi a manos de la etnia mayoritaria hutu.
En el documento presentado este martes, la Iglesia se convoca a trabajar por la reconciliación, la aceptación recíproca y el respeto entre grupos étnicos o tribus de cara al futuro. Entre las acciones concretas, plantea la posibilidad de generar rezos conjuntos entre los líderes enfrentados.