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El trueque, la tendencia que no para de crecer en el conurbano bonaerense


Foto: El Zorzal

Un corte de pelo por dos latas de arvejas: CLG dialogó con Silvia Aranda, organizadora de una de las ferias de trueque más grandes del barrio de Merlo, para conocer más sobre estas actividades

 

Por Belén Corvalán

“Dos aceites se podrían cambiar por cuatro latas de arvejas”. Esto explicó a CLG Silvia Aranda, una de las creadoras y organizadoras de una de las ferias de trueque más grandes del barrio de Merlo, provincia de Buenos Aires. A su vez, aseguró sin dudar que los productos más buscados son los alimentos.

«Las verduras, las latas de conserva, la leche. Y bueno también mucho los pañales», especificó. En segundo lugar, señaló que la ropa y el calzado, sobre todo para niños, es otro de los recursos más buscados.

Esta feria se realiza en el club Unión, espacio que alquilan todos los sábados para desarrollar la actividad que por día recibe un promedio de entre 300 y 700 personas. La convocatoria al trueque funciona como un termómetro del poder adquisitivo social. “A principio de mes, cuando se tiene plata en el bolsillo, el número de concurrentes desciende estrepitosamente. En tanto, a mediados y a fines, la cantidad aumenta de golpe porque la gente no tiene un mango en el bolsillo”, remarcó.

Sin embargo, frente a la gravedad económica, nuevas alternativas se sumaron a esta práctica de cambio. No sólo se intercambian productos sino que también hay quienes implementaron el cambio de un servicio del oficio que realizan. “Hay una persona que arregla celulares, también hay peluquería, depilación, manicuría y costurería. Todo se intercambia por alimentos. Por ejemplo, un corte de pelo, vale entre dos o tres alimentos”, explicó. Se calcula que un producto vale alrededor de treinta pesos.

Un relevamiento realizado durante el primer cuatrimestre del año 2019, en cuatro ferias populares de la zona de CABA y GBA (Feria del Barrio Independencia – José León Suarez, la Feria del Parque Patricios – CABA, la Feria de Mataderos – CABA y la Feria de Florencio Varela – Zona sur) mostró que casi la mitad de los encuestados hace menos de 3 años comenzó a participar de estas prácticas ante el impacto inflacionario en el aumento de precios de los productos alimenticios básicos.

En este caso la iniciativa surgió hace cuatro años, y fue gestada a manos de un grupo de veinte mujeres que dado el marco de crisis social y económica, decidieron buscar una respuesta colectiva a las necesidades. “Hay que lucharla, y ver la forma de salir adelante”, dijo Aranda sin dar vueltas, y sin imaginar la masiva concurrencia con la que se encontrarían.

De tal forma, supieron poner a disposición del objetivo en común las tecnologías y redes sociales. Hoy en día el grupo de Facebook que utilizan para poder realizar la actividad de manera organizada cuenta con 52 mil miembros. “Por día se efectúan alrededor de 500 publicaciones en la que los usuarios postean los productos, y luego se coordinan las operaciones de trueque que se concretan en el club”, explicó. Además, se trata de un grupo cerrado, en el que se especifican detalladamente las reglas que hay que cumplir para poder permanecer, y que funcione con total armonía.

“Se incrementó mucho el último tiempo, porque la necesidad es más amplia, al estar más caro todo la gente opta por estos lugares para ayudarse, y buscan este tipo de salidas para paliar los gastos”, mencionó.