Desde el pasado 1 de diciembre, el costo del pasaje pasó de $800 a $1.000, un ajuste que se da en medio de la profunda crisis que atraviesa el servicio, que lleva casi dos semanas sin funcionar
Una nueva ola de indignación se desató entre los usuarios frecuentes del servicio ferroviario regional Rosario – Cañada de Gómez tras el anuncio de un aumento del 20% en el precio del boleto. Desde el pasado 1 de diciembre, el costo del pasaje pasó de $800 a $1.000, un ajuste que se da en medio de la profunda crisis que atraviesa el servicio, que lleva más de dos semanas sin funcionar.
El tren de cercanía, que había vuelto a circular en 2022 tras años de interrupción, ha sufrido una serie de fallas y suspensiones desde el cambio de gobierno nacional. Este nuevo episodio, con más de 10 días sin funcionamiento, representa un golpe más para el servicio, que, en un principio, había despertado expectativas de mejora y expansión. Lejos de alcanzar el esplendor que muchos anticipaban, el tren acumula nuevos récords negativos en cuanto a la calidad y regularidad de su servicio.
Este aumento del 20% en el precio del pasaje ha generado un fuerte malestar entre los usuarios, quienes consideran injusto que se incrementen los costos de un servicio tan deficiente. La medida, que llegó después de varios días de suspensiones, ha sido ampliamente rechazada y ha alimentado los reclamos de diversas asociaciones en defensa del tren, que vienen pidiendo desde hace tiempo la regularización del servicio.
En las últimas semanas, estas agrupaciones han presentado denuncias y reclamos en organismos ejecutivos y legislativos de los tres niveles del Estado, solicitando soluciones concretas para garantizar un servicio de tren seguro, puntual y accesible. Además, varios políticos y autoridades locales, como los intendentes de las ciudades por donde pasa el tren y algunos legisladores nacionales, han expresado su disconformidad con la situación, exigiendo respuestas y medidas que reviertan el actual panorama de caos y desorganización.
El aumento en el precio del boleto, sumado a las constantes suspensiones del servicio, no hace más que intensificar los reclamos de los pasajeros, quienes siguen esperando una solución definitiva que permita recuperar la regularidad y confiabilidad del tren Rosario – Cañada de Gómez.