Denuncian que hace 20 días la formación no recorre las vías y no hay respuestas desde autoridades nacionales
El servicio del tren de cercanía que une Rosario con Cañada de Gómez, y las localidades intermedias, se encuentra en un momento crítico. Hace 20 días que dejó de operar y oficialmente figura como “cancelado” en las plataformas de Trenes Argentinos. Si bien no existe un anuncio oficial sobre su clausura definitiva, los rumores de desmantelamiento del servicio crecen, alimentados por declaraciones de referentes ferroviarios y legisladores.
El referente de la Asociación Rosarina Amigos del Riel, Mariano Antenore, advirtió que la unidad utilizada para cubrir este trayecto se encuentra en reparación y podría ser destinada a otro servicio en la provincia de Buenos Aires. Este movimiento pone en riesgo la continuidad de un tren que se convirtió en un símbolo de conectividad regional desde su reactivación en 2022.
Por su parte, el diputado nacional Eduardo Tonioli aseguró que el gobierno nacional liderado por Javier Milei ha mostrado un desinterés evidente en los servicios ferroviarios. “Este gobierno ha degradado el transporte ferroviario, eliminado servicios y generado condiciones para desacreditarlos”, afirmó.
El tren Rosario-Cañada de Gómez une ambas ciudades en poco más de dos horas, beneficiando a miles de habitantes de la región. Para Antenore y Tonioli, este servicio representaba un paso hacia la recuperación de una red ferroviaria metropolitana más amplia, clave para la movilidad sustentable.
Sin embargo, la falta de inversión y la gestión errática han hecho que, durante meses, el tren funcionara de manera intermitente. Esto incluye la utilización de su locomotora para otros trayectos, lo que dejó períodos prolongados sin servicio.
Tonioli, en declaraciones a diario La Capital, también cuestionó el silencio de los líderes locales, desde el intendente de Rosario hasta el gobernador, quienes inicialmente celebraron la reactivación del tren en 2022. “Se cansaron de sacarse fotos, pero hoy están callados mientras el servicio se degrada y desaparece”, expresó el diputado.
La situación actual pone en jaque no solo el futuro del tren Rosario-Cañada, sino también la visión de un sistema ferroviario regional que priorice la movilidad y la sostenibilidad. La posibilidad de que este sea otro paso hacia la privatización o el desmantelamiento total despierta preocupación entre los usuarios y defensores del transporte público ferroviario.